Quizás,
cuando me muera,
dirán:
Era un poeta.
Y
el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia.
Quizás
tú no recuerdes
quién
fui, más en ti suenen
los
anónimos versos que un día puse en ciernes.
Quizás
no quede nada
de
mi, ni una palabra
ni
una de estas palabras que hoy sueño en el mañana
Pero
visto o no visto
pero
dicho o no dicho,
yo
estaré en vuestra sombra, ¡oh, hermosamente vivos!
Yo
seguiré siguiendo,
yo
seguiré muriendo,
seré,
no sé bien cómo, parte del gran concierto.
--Gabriel
Celaya--
Luego
dicen que no existen amores imposibles, asombrosos, que
todo son sentimientos más o menos interesados. Y es posible que la
inmensa mayoría de los vínculos sentimentales entre amantes
sean así, un cúmulo de apegos, necesidades y cariños necesarios
por ambas partes para subsistir; no lo pongo en duda, pero aún queda alguno que se sale de la norma por lo inusual de su proceder..
El amor de Katy, una miembro del jurado de un juicio celebrado
en Nueva York hace unas semanas, por Xavier Classen no tiene
parangón en la historia humana reciente..
Katy
estaba con los otros siete compañeros del jurado, expectante ante
las deliberaciones de acusado, fiscales y testigos... Se juzgaba
Tysheem, un joven integrante de una banda juvenil del barrio de
Harlem.. En un momento dado de la vista el juez llamó al estrado
como testigo a Xavier, miembro de la banda rival, para que
testificara lo que sabía. Y dicho y hecho; un súbito relámpago de
colores del amor deslumbraron los hermosos ojos azules de Katy,
que se enamoró perdidamente de Xavier.. Fue verlo y oírlo
un instante y su vida ya sólo era él..
Lo
primero que hizo fue pasarle una nota en la que le decía que quería
hablar con él, que era la rubia con el moño, y debajo su número de
teléfono.. A pesar de que la ley prohíbe taxativamente a los
miembros del jurado hablar siquiera con testigos y acusados, katy
lo hizo. Poco le importaba ya a Katy los vericuetos de la
ley.. Se había enamorado incomprensiblemente de Xavier en dos
minutos.. Por supuesto Xavier, el joven testigo de cargo,
también le correspondió.. ¡A ver quién se resiste a esos ojos y a
ese ímpetu!..Y se vieron, y se amaron, y decidieron casarse...
El
acusado, Tysheem fue condenado a quince años de prisión por
pertenencia a banda criminal, por traficar con estupefacientes y por
algunas cosas más.. Y del romance de Katy y Xabier
nadie supo.. Hasta que un soplo puso en guardia al abogado defensor
de Tysheem, que enseguida averiguó que Katy y Xavier
se habían enamorado durante el juicio.. Ayer el juez ordenó
repetirlo..
Katy
y Xavier no habían hecho nada malo, pero sí ilegal.. El amor
de los dos jóvenes y su efervescente y tórrido comienzo para nada
influyó en el veredicto final, pero la ley es la ley.. A pesar del
revuelo montado en Nueva York, del escándalo judicial y la de
repetición del juicio, Katy y Xavier siguen adelante
con su boda más enamorados que nunca.. ¡Para que luego digan del
amor!..
Por
cierto, a pesar de mis años, jamás he sido requerido por
autoridades, tanto electorales como judiciales, para formar parte de
mesa electoral alguna en los muchos plebiscitos que hemos tenido a lo
largo de la democracia y tampoco como miembro de un jurado para juzgar
alguno de los muchos casos de criminalidad que se dan a diario, pero
no tengo prisa, ni ganas.. Claro, que si una miembro del jurado, de
ojos azules tuviera la osadía de fijarse... En fin , mejor me
callo...
Joaquín
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