Si pudiera exaltar
tus bellos ojos
y en frescos versos
detallar sus gracias,
diría el porvenir;
-Miente el poeta,
rasgos divinos son,
no terrenales-
--Shakespeare--
Circula por ahí, por
medios escritos y visuales, una interesante campaña publicitaria que
promete ser muy seguida.. Se trata, creo, tampoco estoy muy puesto en
ella, de publicitar el coche eléctrico. Quiero recordar que es
Endesa, esa gran compañía que absorbió a Sevillana de Electricidad
la que costea la operación. La manera de llamar la atención de la
gente es recorrer las 49 capitales de provincia de la península y
Baleares en siete días y en coche eléctrico; 7.000 kilómetros
tienen la culpa.. Pero, a qué engañarles, reconozco que no me
interesa demasiado el coche eléctrico, (de momento) y menos los
puntos de recarga estratégicamente distribuidos por la península
que piensan montar, me llama más la atención, eso sí, el recorrido por todas
las capitales de nuestro país, que no son pocas...
¿Se imaginan hacer, debidamente planeado el recorrido, un viajecito a todas y
cada una de las capitales de provincia españolas? Aunque no en siete
días precisamente; tendríamos que reservarnos al menos medio año
para hacerlo bien.. Pues qué decirles, que debe ser un gustazo
enorme; yo me jacto de haber estado en casi todas; apenas un par de
ellas me quedan por ver... Pero, sigan imaginado, pongan la salida,
por ejemplo en Cádiz, por ser la capital no sólo más al sur, sino
la más antigua de España..
Cádiz es una
de las ciudades más singulares. La fundaron los fenicios
allá por el año 1.200 a.c., aprovechando su excelente situación
geográfica. Está edificada sobre una península rodeada de las
aguas del Atlántico, del que tiene unas maravillosas vistas, por
cierto. Luego los romanos siguieron engrandeciendola; y por aquí pasó
Anibal, y Julio César, y después los bizantinos, y hasta los árabes
dejaron su marca.. La ciudad llegó a su apogeo durante los siglos
XVIII y XIX, cuando todos los barcos que iban y venían de América
recalaban en su puerto al quedar Sevilla relegada. Y especialmente
quedó huella en la historia de España cuando la invasión francesa;
en Cádiz se refugiaron los intelectuales y la gente más
sobresaliente del país huyendo de Napoleón, y aquí formalizaron la
defensa, y aquí se ideó y firmó la primera Constitución española,
en 1812, “La Pepa”, como ya saben..
No hay más que darse
una vuelta por la ciudad para darse cuenta que ha tenido un pasado
esplendoroso. Sus largas y estrechas calles atestadas de edificios
nobles, muchos de ellos hoy en franca decadencia; sus recoletas
plazas antaño hervidero de multitudes: comerciantes, artesanos,
jóvenes de ideas y ansias liberales, o ingleses a la caza de buenos
negocios.. Cadiz sorprende por las características de su
arquitectura, tan diferente al resto de Andalucía, incluidos los
pueblos de su alrededor.. No se equivocó aquel que le apodó la
“Pequeña Habana”; sin duda cualquiera que venga y vea su
trazado y aspecto, enseguida le recordará a una ciudad colonial
española allá en América..
Cádiz es la capital
de una poblada y hermosa provincia. Ya no es lo que era, pero yo le
prometo un futuro prometedor, atestado de turistas y visitantes si
saben cuidar su patrimonio. Es cierto que la ciudad tiene limitado su
crecimiento por la estrechez de su término, y por eso otras
poblaciones como Jerez la supera ya en población y emprendimiento,
pero ese pequeño Manhattan del siglo XVII que es Cádiz tiene, para
mi gusto, un sabor diferente, especial, prometedor..
Sólo 116.000
habitantes congrega la ciudad, cuando llegó a tener 160.000 hace
unas décadas; aunque, eso sí, es la cabecera de la aglomeración
urbana llamada “Bahía de Cádiz” que engloba los
municipios colindantes con la Bahía y supone una población de,
casi, 700.000 habitantes, la duodécima de España..
Este año he entrado
por primera vez en la ciudad a través del nuevo puente llamado “De
la Constitución” y les aseguro que es una delicia llegar al
mismo centro por esta espectacular construcción.. Y les digo una
cosa, a mí, antes que la Catedral, que sus hermosos edificios
oficiales como el de la Marina o el de Aduanas, que el Ayuntamiento,
que el teatro Falla, incluso que sus vistas al mar y sus playas, me
sorprende y gusta sus calles, su trazado y su aroma a ciudad colonial
que dije antes, sin duda Cádiz tiene un sabor especial..
La próxima visita
siguiendo la ruta sur- norte, habrá que recalar en Sevilla y tal vez
en Huelva para no dejarla relegada en esa esquina más suroccidental
del país. La ruta a seguir por los de la campaña de Endesa y su
coche eléctrico es Palma de Mallorca, ignoro el motivo; a mí me ha
parecido más apropiado comenzar en la ciudad más antigua de
occidente, y de las más hermosas...
Joaquín
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