martes, 12 de noviembre de 2019

Abriendo camino...




Si pudiera exaltar tus bellos ojos
y en frescos versos detallar sus gracias,
diría el porvenir; -Miente el poeta,
rasgos divinos son, no terrenales-
--Shakespeare--

Circula por ahí, por medios escritos y visuales, una interesante campaña publicitaria que promete ser muy seguida.. Se trata, creo, tampoco estoy muy puesto en ella, de publicitar el coche eléctrico. Quiero recordar que es Endesa, esa gran compañía que absorbió a Sevillana de Electricidad la que costea la operación. La manera de llamar la atención de la gente es recorrer las 49 capitales de provincia de la península y Baleares en siete días y en coche eléctrico; 7.000 kilómetros tienen la culpa.. Pero, a qué engañarles, reconozco que no me interesa demasiado el coche eléctrico, (de momento) y menos los puntos de recarga estratégicamente distribuidos por la península que piensan montar, me llama más la atención, eso sí, el recorrido por todas las capitales de nuestro país, que no son pocas...
¿Se imaginan hacer, debidamente planeado el recorrido, un viajecito a todas y cada una de las capitales de provincia españolas? Aunque no en siete días precisamente; tendríamos que reservarnos al menos medio año para hacerlo bien.. Pues qué decirles, que debe ser un gustazo enorme; yo me jacto de haber estado en casi todas; apenas un par de ellas me quedan por ver... Pero, sigan imaginado, pongan la salida, por ejemplo en Cádiz, por ser la capital no sólo más al sur, sino la más antigua de España..
Cádiz es una de las ciudades más singulares. La fundaron los fenicios allá por el año 1.200 a.c., aprovechando su excelente situación geográfica. Está edificada sobre una península rodeada de las aguas del Atlántico, del que tiene unas maravillosas vistas, por cierto. Luego los romanos siguieron engrandeciendola; y por aquí pasó Anibal, y Julio César, y después los bizantinos, y hasta los árabes dejaron su marca.. La ciudad llegó a su apogeo durante los siglos XVIII y XIX, cuando todos los barcos que iban y venían de América recalaban en su puerto al quedar Sevilla relegada. Y especialmente quedó huella en la historia de España cuando la invasión francesa; en Cádiz se refugiaron los intelectuales y la gente más sobresaliente del país huyendo de Napoleón, y aquí formalizaron la defensa, y aquí se ideó y firmó la primera Constitución española, en 1812, “La Pepa”, como ya saben..
No hay más que darse una vuelta por la ciudad para darse cuenta que ha tenido un pasado esplendoroso. Sus largas y estrechas calles atestadas de edificios nobles, muchos de ellos hoy en franca decadencia; sus recoletas plazas antaño hervidero de multitudes: comerciantes, artesanos, jóvenes de ideas y ansias liberales, o ingleses a la caza de buenos negocios.. Cadiz sorprende por las características de su arquitectura, tan diferente al resto de Andalucía, incluidos los pueblos de su alrededor.. No se equivocó aquel que le apodó la “Pequeña Habana”; sin duda cualquiera que venga y vea su trazado y aspecto, enseguida le recordará a una ciudad colonial española allá en América..
Cádiz es la capital de una poblada y hermosa provincia. Ya no es lo que era, pero yo le prometo un futuro prometedor, atestado de turistas y visitantes si saben cuidar su patrimonio. Es cierto que la ciudad tiene limitado su crecimiento por la estrechez de su término, y por eso otras poblaciones como Jerez la supera ya en población y emprendimiento, pero ese pequeño Manhattan del siglo XVII que es Cádiz tiene, para mi gusto, un sabor diferente, especial, prometedor..
Sólo 116.000 habitantes congrega la ciudad, cuando llegó a tener 160.000 hace unas décadas; aunque, eso sí, es la cabecera de la aglomeración urbana llamada “Bahía de Cádiz” que engloba los municipios colindantes con la Bahía y supone una población de, casi, 700.000 habitantes, la duodécima de España..
Este año he entrado por primera vez en la ciudad a través del nuevo puente llamado “De la Constitución” y les aseguro que es una delicia llegar al mismo centro por esta espectacular construcción.. Y les digo una cosa, a mí, antes que la Catedral, que sus hermosos edificios oficiales como el de la Marina o el de Aduanas, que el Ayuntamiento, que el teatro Falla, incluso que sus vistas al mar y sus playas, me sorprende y gusta sus calles, su trazado y su aroma a ciudad colonial que dije antes, sin duda Cádiz tiene un sabor especial..
La próxima visita siguiendo la ruta sur- norte, habrá que recalar en Sevilla y tal vez en Huelva para no dejarla relegada en esa esquina más suroccidental del país. La ruta a seguir por los de la campaña de Endesa y su coche eléctrico es Palma de Mallorca, ignoro el motivo; a mí me ha parecido más apropiado comenzar en la ciudad más antigua de occidente, y de las más hermosas...
Joaquín

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