miércoles, 11 de diciembre de 2024

Los paraísos que perdimos

                                                                                              


Es curioso, a veces debemos perder cosas para que pasen a ser realmente nuestras, por ejemplo personas.. Sin ir más lejos mi madre...

Mi madre, en vida, era de su marido, de mis hermanas, y hasta de sus vecinas y parientes, es decir tenía que compartirla con todos ellos, pero murió, y entonces fue exclusivamente mía. Mi madre está muerta, pero siempre estará a mi lado. Y es que, sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdemos.

Todo poema que escribimos, con el tiempo se convierte en elegía, en lamento, también los recuerdos.. Mías son las mujeres que me dejaron, y los amigos que se me fueron, ya son solo míos, y los recuerdo a mi gusto, a mi manera; sus presencias ya no están sujetas a ningún tipo de zozobra, ni a otras circunstancias..

En realidad, y como dijo Borges: no hay más paraísos que los paraísos perdidos

Joaquín





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