Vísteme de amor
que estoy desnuda.
Rodeame de gozo
que no nací para estar triste
y la tristeza me queda floja
como ropa que no me pertenece
---Gioconda Belli---
“Si la muerte nos traiciona y morimos de mala manera, todos se lamentan: hay que morir como se vive. La muerte es intransferible, como la vida. Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra la vida que vivimos: no nos pertenecía como no nos pertenece la mala suerte que nos mata”.
Estas palabras de arriba las escribió Octavio Paz, ese estupendo escritor mejicano. Están muy bien. No obstante os hago una preguntas: ¿Importa morir de una manera o de otra? Lo digo porque, si al fin y al cabo vamos a morir y luego ya no hay nada, qué cóño más da..
Claro, que hay gente que lleva tan lejos esto de morir, que se empeñan en hacerlo con dignidad. Es como cuando ajusticiaban en la plaza pública, que los había valientes que no pestañeaban cuando el verdugo le anudaba la soga al cuello y otros lloraban a calzón quitao pidiendo clemencia.. O la entereza de enfermos terminales, que aún sabiendo que van a morir (incluso lentamente y con sufrimiento) lo hacen con grandeza de espíritu.
No sé, yo no las tengo todas conmigo, estoy aquí de prestado y esto lo tengo claro. Ya me gustaría estirar la pata con dignidad, que los míos piensen... Bueno, o que no piensen, pero jamás berreando...
Eso sí, como no sabemos de qué particular manera vamos a morir, tampoco es plan de prometer cosas que no estamos seguro que vamos a cumplir.
Joaquín
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