¿Pues no van y dicen que en una relación presencial, es decir, cara a cara, uno puede soportar a otro ser humano dos o tres horas seguidas, y tres o cuatro si éstas no son seguidas sino espaciadas, no más? Qué os parece.. Y yo que creo que incluso tres son demasiadas.
Esta teoría vale para las relaciones normales y cotidianas, pero no vale para las relaciones especiales en las que hay pasión, deslumbramiento, admiración, obstinación, arrebato, obcecación o frenesí (el enamoramiento), que implica un régimen atencional completamente anómalo. O sea que, en estos extraordinarios casos, uno sí se puede tirar días enteros ensimismado, besuqueando y pelando la pava con la pareja amada.
Tampoco vale, lo de las tres o cuatro horas de charla, en el caso de seres humanos aburridos y patéticamente desprovistos de vida interior (comadres en el rellano del bloque o compadres en el banco de la Plaza) que se reúnen horas y horas para mitigar el tedio, ¡¡qué horror!! Fijaos lo que escribió una vez el gran poeta italiano Giacomo Leopardi:
"No hay nada más raro en el mundo que una persona habitualmente soportable". Así que, apliquémonos el cuento y no creamos que somos la leche de simpáticos, graciosos y amenos..😏😏😏
En fin..

No hay comentarios:
Publicar un comentario