jueves, 12 de diciembre de 2024

La vida en otra parte

                                                                              



Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo,

y quisiera besos en la espalda,

acurrucos,

que me dijeras las mas grandes verdades

o las más grandes mentiras,

que me dijeras, por ejemplo,

que soy la mujer mas linda del mundo,

que me quieres mucho,

cosas así,

tan sencillas,

tan repetidas,

que me delinearas el rostro

y me quedaras viendo a los ojos

--Gioconda Belli--


Lo más hermoso de los sueños son los increíbles encuentros de cosas y personas que despiertos jamás encontraríamos. 

En un sueño, una barca puede entrar por la ventana de una habitación, y en una cuna puede estar acostado un niño durmiendo y sin embargo se sube ahora a la barca y la barca se puede convertir inmediatamente en un ataúd y el ataúd puede navegar junto a las floridas orillas del río.

En un sueño podemos ver a nuestro padre, muerto hace cuarenta años, y andar cogidos de su mano calle arriba. Al volver casa, una casa extraña, inverosímil, nuestra madre yace en la cama flanqueada por cuatro cirios que alumbran su rostro inerte, pero risueño.

Aquella chica que nos dejó ha vuelto; es un sueño, es cierto, pero es el amor de nuestra vida. Ahora nos ama y somos nosotros los que la despreciamos ¿revancha onírica? No sé, todo eso lo vivo yo a veces, en sueños, claro. Y cosas peores. 

Para mi, que la realidad está equivocada. Los sueños son reales






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