jueves, 19 de diciembre de 2024

El otro día me pidieron algo casi imposible

                                                                                       


Una vez me dijo una chica, con la que hacía poco había empezado a salir:

Joaquín, lo único que te pido es que cuando hables conmigo cuides tus palabras. Que tus palabras sean justas, que sean del tamaño de tus sentimientos, porque si tú me dices no, para mi es no, y si me dices llueve, para mi está lloviendo.

Qué deciros ante tamaña exigencia.. Me impactaron esas palabras, porque si bien es cierto que suelo ser un tipo sincero, no lo soy hasta el punto de tomarlo todo tan al pie de la letra. Me asustó esa tajante rotundidad; tal es así, que incluso me hicieron poner en guardia, lo confieso, quizás porque no tenía la conciencia del todo tranquila..

Fijaos: en líneas generales suelo generar confianza en los demás. Me lo han dicho alguna vez: “Joaquín, tienes cara de buena persona”. Y lo soy, qué duda cabe, pero también tiro de ironías, y recurro a medias verdades, y a veces hiero sin querer, y a veces miento por necesidad.

En fin, creo que es bueno tener una conciencia exigente. y la mía lo es, por lo tanto jamás haré daño a nadie intencionadamente. Sin embargo tampoco soy Teresa de Calcuta, con lo que, que me pidan tal grado de pulcritud en mis intenciones, qué queréis que os diga, me acojona. 

Por cierto, con aquella chica me comporté como un caballero, nunca le mentí, jamás la engañe.. Fue ella la que me engañó con otro cuando más la amaba. Pero sigo siendo un buen tipo, conste...

Joaquín




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