Te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos.
---Gioconda Belli--
Me decía alguien muy cercano a mi un día:
---Lo único que te pido, Joaquín, es que cuando hables conmigo, cuides tus palabras. Que tus palabras sean justas, que sean del tamaño de tus sentimientos, porque si tú me dices no, para mi es no, y si me dices llueve, para mi está lloviendo. Y si me dices amor, para mi es amor.
Me impactaron esas palabras porque, es cierto, suelo ser un tipo sincero, pero no hasta el punto de tomarlo todo tan al pie de la letra. Me asusta esa tajante rotundidad; tal es así, que incluso me hicieron poner en guardia, lo confieso, quizás porque no tenga la conciencia del todo tranquila..
Fijaos: en líneas generales suelo generar confianza en los demás. Me lo han dicho alguna vez: “Joaquín, tienes cara de buena persona”. Y lo soy, qué duda cabe, pero también tiro de ironías, y recurro a medias verdades, y a veces hiero sin querer, y a veces miento por extrema necesidad.
Es bueno tener una conciencia exigente. y la mía lo es, por lo tanto, jamás haré daño a nadie intencionadamente, sin embargo, tampoco soy Teresa de Calcuta, con lo que, que me pidan tal grado de pulcritud en mis intenciones, qué queréis que os diga, me acojona..
Joaquín
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