miércoles, 25 de diciembre de 2024

Aquí yace...

                                                                                      


El otro día soñé que el mundo funcionaba sin mí... Sí sí, ahí estaba el mundo, siguiendo con sus cosas y yo no estaba!. Muy extraño estaba todo. 

Claro, que peor fue saber (como sabía) que algún tiempo después de mi muerte pronto me iban a olvidar. Apenas unos cuantos que me trataron recordaban que existí, y sólo en ciertas ocasiones. Lo más raro es que algunos de los que me ignoraban cuando estaba vivo, abrazaron de repente mi memoria; incluso dijeron que fui un buen tipo, ¡qué os parece!.

Eso sí, mi página de Facebook seguía activa durante mucho tiempo después de mi desaparición. Sé que alguien le dio por revisar mis escritos; tal vez redescubriera, tarde, mis inquietudes.

Por cierto, poco a poco fueron desapareciendo las flores de mi nicho, en el cementerio; el último ramo, ya mustio, el viento se encargó de esparcirlo por los solitarios paseos del camposanto. En definitiva, el lustre de los primeros días de la lápida, fue derivando en polvo y desolación.

La conclusión final es que, para lo bueno y para lo malo, la especie humana lo olvida todo, a sus héroes, a sus enemigos, a los indiferentes, a P.S.C. también a mi, ¡como no!...😆






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