Hay flores que son estrellas,
hay estrellas que son almas,
y almas de luz y aroma
que iluminan y embalsaman.
Pero las flores se mustian
y las estrellas se apagan,
y el barro vuelve a la tierra
y eterna sólo es el alma.
--Marcos R. Blanco--
Fuente de Cantos en el siglo XV, que es cuando empezamos a tener las primeras noticias, no era tan extenso como lo es hoy en día, ni mucho menos. Las casas se apretujaban sobre unas cuantas calles estrechas que daban forma estrellada al pueblo, pues todas se expandían a partir de la iglesia y su plaza central.
La calle Santa Ana, que ya no existe, se cree que era la actual calle Olmo. Se denominaba Santa Ana por una ermita que había en el lugar y que se edificó sobre una vieja sinagoga judía.
La calle Olmo, Esperanza y Cristo eran en esa fecha el barrio judío (judería). Además ésta es la zona más antigua del pueblo y aquí vivía la gente más importante en aquellos siglos. Lo de, calle Olmo, procede de un árbol enorme, Olmón, que había en la plaza del mismo nombre. A su lado una alberca servía de abrevadero para el ganado..
En aquella lejana época, año 1.501, unos cuatro mil vecinos poblaban nuestro casco urbano. Pero, fijaos: unos pocos años más tarde y debido a sequías o graves inundaciones el pueblo se despobló incomprensiblemente. Se calcula que al menos un 40% de los habitantes, o murió a consecuencias de hambres y enfermedades o abandonó el pueblo para siempre. A penas unos 2.400 vecinos quedaron..
Pasados los años la cosa mejoró y el pueblo volvió a recuperarse de tal forma que, según el censo de 1.588, tiempos de la Armada Invencible y de Felipe II, y tiempos también en los que nació nuestro más ilustre vecino, Francisco de Zurbarán, Fuente de Cantos contaba ya con 5.500 fuentecanteños y fuentecanteñas, es decir, más de los que tenemos ahora, quinientos años despues..
En fin
Joaquín
calle San Roque
plaza de Santa Teresa, al fondo
Silo
calle Silvela
calle Silvela
calle Topete
calle Virgen de Guadalupe
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