Sólo sé que en un día de verano,
al verla sonreír con embeleso,
mi mano fría se llegó a su mano
y mi boca a su boca... y hubo un beso.
Sólo sé que en su rostro yo miraba
de frescas rosas el purpúreo lecho,
y sé que el corazón me palpitaba
y quería salírseme del pecho.
Sólo sé que sentí que no sentía
que me vi más poeta con mi bella,
y que después del beso de aquel día
sólo pienso en ser grande para ella.
--Rubén Darío--
No hará falta recordarles cuán corta y efímera es ésta vida nuestra. Sobre todo si no la llevamos mal y disfrutamos de ella. Aun así es suficientemente holgada para ciertos menesteres. Tanto es así que nos permite vivir muy diferentes etapas y circunstancias a lo largo de ella..
Cuando nos sentimos bien, estamos satisfechos y ufanos, o somos más o menos felices no hacen falta tomar medidas extraordinarias que nos levante la moral y las ganas de vivir, nos apañamos nosotros mismos con los quehaceres cotidianos..
No pasa eso cuando las cosas pintan bastos. Para aliviarse hay una serie de medidas excepcionales que pueden ayudar bastante. Son disciplinas orientales de autocontrol que cualquiera está en disposición de hacer y que vienen muy bien para momentos emocionalmente atribulados. Mirad algunas...
Reiki (posicion de manos), Meditación, Yoga, Kung Fu, Tai Chi, Do-In, Aikido, Minfulness, Body Balance, Asanas, Hatha Yoga, Pranayama, etc.etc.
En fin, hay para todo, que cada cual escoja la que mejor le convenga.. Yo les puedo hablar de algunas..
Joaquin
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