En busca de las voces del pasado

                                                                                     

Cuando llegue esta carta a vuestro oído,

el eco de mi amor y mis dolores,

el cuerpo en que mi espíritu ha vivido,

ya durmiendo estará bajo unas flores.

Me rebelo a morir, pero es preciso.

¡El triste vive, y el dichoso muere!..

¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso;

hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere.

--Campoamor-- 

Guglielmo Marconi inventó la radio, creo que lo sabéis pero, apuesto que desconocéis que  éste italiano de Bolonia, que se hizo fascista al conocer a Mussolini, estaba convencido de poder inventar también un aparato que pudiera grabar voces del pasado, y conste que era un estupendo científico. 

Se puso manos a la obra y trabajó durante mucho tiempo intentando terminar su nuevo artilugio ¿Sabéis cuál era su obsesión? Pues nada menos que grabar las últimas palabras de Jesucristo.. No es broma, a eso dedicó muchos años.

No obstante hay muchos científicos que creen que algún día no muy lejano, quizás haciendo un barrido de ondas en el espacio a través de potentes ordenadores cuánticos, podamos recopilar, clasificar y reproducir todas las conversaciones, discursos y palabras dichas por todos los hombres y mujeres que han existido, entre ellos, por supuesto, las palabras de Jesucristo, las de Napoleón o las de Buda, por decir algunos. 

Al hilo de esto, imaginaros que pudiéramos reproducir las voces y conversaciones de nuestros antepasados, por ejemplo la de nuestros padres y abuelos ya desaparecidos.. ¡qué pasada sería!, ¿no?.. 

En fin

Joaquín