sábado, 19 de febrero de 2022

El tipo que le tenía pánico al futuro

                                                                            




Un día nos veremos nuevamente,

y es lógico que bajes la cabeza,

tendrás muchas arrugas en la frente,

y el rostro entristecido y sin belleza.

--J. A. Buesa--



Hace tiempo que no me interesa mi horóscopo. Pero me pasa como a mucha gente, que aún sabiendo que es pura patraña no dejo de echarle un vistazo si se me pone a tiro...

¿Qué impaciencia nos subyuga que no nos conformamos con nuestro presente? ¿Qué afán de anticiparnos a lo que vendrá aun temiendo saber no ser muy halagüeño?. ¿Quizás en el fondo lo que esperamos no sea otra cosa que un golpe de suerte que resuelva nuestros problemas?.. Sí, debe ser eso..

Algunos llevan esto tan lejos que tiran de las llamadas Mancias, una especie de pseudociencias nacidas para timar a incautos. Ahí tenéis a la...

De la quiromancia, habréis oído; para adivinar el futuro se miran las líneas de la mano. O la clarividencia que se utilizan las famosas bolas de cristal.

Otros videntes, o engañabobos, utilizan para engatusar, espejos, y a éste entretenimiento le llaman catoptromancia, que no es otra cosa que buscar las respuestas en las imágenes reflejadas en los cristales después de estar concentrado en la llama de una vela. Claro, que después de estar mucho tiempo mirando ésa luz uno puede ver cualquier cosa.

Y qué me decís de la piromancia. Los piromantes ven figuras abstractas en el fuego de, por ejemplo una chimenea. Según las formas y los colores que tengan estas figuras así será el futuro del usuario. Muy negro lo veo yo...

Lo de echar las cartas del tarot está ya muy trillado ¿A quién no se las han echado alguna vez? Pues que sepáis que a estos jueguecitos le llaman cartomancia. Y luego está la hidromancia, o adivinación por medio del agua. Se suele utilizar el agua del rocío.

¡Ah!, y no os lo perdáis, también tenemos ovomancia. Y me diréis, ¿En qué consiste ésta patochada? Pues nada menos que en cascarse un huevo. ¡No os alarméis, puede ser uno de gallina!. El cliente, también llamado primo, lleva un huevo al adivino, éste lo casca y según la disposición de la yema y la clara, dependerá su suerte. 

Y pensar que nuestro futuro se halla dentro de un simple huevo. En fin, cosas veredes, amigo Sancho, que dijo aquel...

Joaquín



                                                                             


                                      

                                                                                 

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