sábado, 20 de octubre de 2018

No guardemos el minuto de silencio; a él no le gustaría





Cuando muera quiero que me recuerdes con

alegría, sin llanto

que me hables normalmente, sin susurros

sin frases entrecortadas,

sin largas pausas, como si estuviera frente a ti

sin guardar silencio, y que tus ojos vean

el horizonte

sin enjugar lágrimas, que se traben en la garganta.

Cuando muera no me des flores, dame besos

y abrazos

y cada noche mira mi fotografía, imagina

que te veo.

--GBL--



Hoy, por fin, es el último día y anda por la casa como un zombi, abrumado, de acá para allá.. Acaba de echar un vistazo al fondo de su habitación; las puertas están abiertas; la mira. Ella yace en su cama, ausente, ensimismada en sus pensamientos irracionales...

Asida de su mano pende ya su retrato favorito, ahí se lo ha colocado él; es el de la boda, el día que se juraron amor eterno. En él aparecen los los dos. Ella destaca con su cara hermosa y sus ojos enamorados; era muy joven entonces, y era suya

Se va a ir de este mundo con tristeza, pero firme y decidido. Sólo un pequeño remordimiento ensombrece su ánimo, sus hijos y qué pensarán de todo esto. Aunque espera de todo corazón que lleguen a comprender. Una carta ha dejado para ellos.

Nada tiene que reprochar a sus hijos; han hecho todo lo posible. Le han ayudado y han sufrido también viendo a su madre en estas condiciones. Pero sólo en sus manos está la decisión final; él es el responsable de los dos. Sí, también de ella porque desde el día que lo supo, desde aquel desgraciado día en el que le diagnosticaron el maldito Alzheimer, se prometió así mismo ligar su vida a la de ella; y eso lo va cumplir a rajatabla, y será lo último que haga en la vida..

Y lo que piensen el resto de la gente le importa poco. Habrá de todo, algunos comprenderán, otros le tildarán de loco; allá ellos. 

Quizás mañana en los periódicos o en la tele, aparecerá la noticia: “Un nuevo crimen machista sacude la ciudad. Un anciano perturbado mata a su mujer y luego se suicida". Y de nuevo los funcionarios guardarán un minuto de silencio en la escalinata del Ayuntamiento. Y algunos pensarán: ¡Otro salvaje que ha matado a su mujer! Y volverán a sus casas satisfechos por su minuto solidario... 

Tiene los ojos inundados no puede evitarlo. Aunque lleva tiempo pensando hacerlo, hoy ha llegado el día y se emociona.

Se acerca a la cama y se pone a su lado. Coge de la mesilla el frasco con arsénico mezclado con ácido bórico que preparó al detalle hace días y lo abre; espera seguir estando lúcido y con ánimo hasta el final.

Es curioso, después de tanto llorar aún le quedan lágrimas. Se sorprende..  

Comprueba que respira tranquila. Con cuidado le abre la boca y le da de beber una buena porción del arsénico; la abraza fuerte y le da un beso, su último beso... Se tumba a su lado y le coge la mano. Ahora bebe él el resto del liquido mortal. Con la otra mano se pone la foto en el pecho, y se deja llevar...¡Por fin, todo ha terminado!...

Mientras espera el momento final, extraños pensamientos acuden a su mente. Delira, se ve como en sueños, levitando en paisajes insólitos.. Pero no está solo, de la mano lleva a su mujer, el amor de su vida. 

Joaquín


P.D. 

Hace tres meses una noticia apareció en el periódico Hoy, de Extremadura. "Dos ancianos muertos en extrañas circunstancias. Sus cuerpos aparecieron sobre la cama de su dormitorio, estaban abrazados. La policía investiga un posible caso de violencia machista"







No hay comentarios:

Publicar un comentario