domingo, 21 de octubre de 2018

Francia capital París.. España capital...




Te acostaré en la tierra soleada con una

dulcedumbre de madre para el hijo dormido,

y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna

al recibir tu cuerpo de niño dolorido.

--Gabriela Mistral--



Se oye por ahí un runrún de voces pidiendo sibilinamente despojar a Madrid de gran parte de su oficialidad. Algunos quieren trasladar a sus capitales autonómicas organismos gubernamentales. Para mi que están envidiosos porque la capital y su autonomía les supera en todo, en economía, en cultura y en cosmopolitismo.. Qué curioso, con Franco ellos eran más ricos, y ahora que cada autonomía se las ventila por su cuenta resulta que Madrid les supera y ¡oh! eso no les gusta..

Fijaos, si yo os dijera que una vez en la historia, Mérida y Tarragona, llegaron a ser capitales cooficiales de España, posiblemente dirían que deliro, o que se me ha ido la mano con la cerveza. Pero no, es verdad, durante el Imperio Romano éstas dos ciudades fueron capitales administrativas de Hispania. Mérida (Emérita Augusta) lo fue de la provincia occidental, Lusitania, que entonces ocupaba ésa media España, y Tarragona de la otra media, de la provincia Tarraconensis.

No mucho más tarde, cuando los visigodos se asentaron definitivamente en nuestro país, eligieron Toledo como capital. Quizás por estar en el centro y por sus buenas defensas naturales; el río Tajo, casi, hace de muralla.

Pero aún os sorprenderéis más si os digo que hasta Cangas de Onís, en Asturias fue, digamos, “capitalita” de la España cristiana, que entonces comenzaba la reconquista. Aquí hizo su primera corte D. Pelayo antes de trasladarla a Oviedo. Y después también a León la hicieron sede a medida que avanzaba ésa reconquista. 

Y luego ya sabéis que durante la baja Edad Media los reyes no tuvieron capital fija, sino que eran itinerante. Es decir, allá donde iban, iba la Corte e iba la capital. Claro que éstas fueron las primeras capitales cristianas, porque en la zona musulmana fue, sin duda alguna, Córdoba la gran capital, y no solo de media España, casi podríamos decir de Europa. Llegó a tener un millón de habitantes, cosa inaudita en la historia. Sólo Roma y Constantinopla lo habían conseguido antes... Y llegamos a Madrid...

Los motivos por lo que Madrid es la capital de España imagino que los conocemos todos. Acuérdense, fue Felipe II el que tomó esa decisión en 1561 pero, ¿saben por qué? ¿Qué indujo a Felipe II a nombrarla capital cuando no era más que un villorrio de poca monta? Pues sencillamente que Toledo, que era la candidata ideal por haber sido capital con los visigodos y la ciudad más grande de la zona, era la sede del arzobispado más grande del país, y no solo eso, era el segundo mayor de Europa después de Roma. Y ¡claro! el rey no iba a permitir que los arzobispos le hicieran la más mínima sombra, así que buscó otra, no muy lejos..

Pero después de Madrid hubo otras ciudades que, pudiéramos decir fueron capitales de este hermoso país que llamamos España, aunque es verdad que por poco tiempo. 

La primera vez que Madrid dejó de ser capital fue en tiempos de Felipe III, hijo del segundo Felipe. Éste vago, que no tenia intención de molestarse mucho en gobernar el inmenso Reino que era España entonces, dejó el poder en manos de los llamados “validos”, que hacían las veces de Primeros Ministros, y que tenían, por cierto, poderes omnímodos. El valido de éste memo fue el Duque de Lerma, un tipo bien despabilado que de la nada llegó a serlo todo. Pues bien, como quiso hacerse de oro de la noche a la mañana, aprovechó una epidemia de peste que asolaba la península, y Madrid con ella, para persuadir a Felipe III de la necesidad de trasladar la corte a Valladolid, supuestamente libre de esa grave enfermedad. ¡Claro! que, lo que había detrás era una colosal operación inmobiliaria con la que se iba a forrar.

Al irse la corte de Madrid, con todo lo que conllevaba eso, pues con ella se iba también: nobles, sirvientes, proveedores, arrimados, y un largo etcétera de currantes y menesterosos; las casas bajaron de precio una barbaridad. ¿Y qué hizo el listillo del Duque de Lerma? pues comprar a trochemoche, edificios, palacios o casas que merecieran la pena a precios irrisorios.

Esto fue en 1601 porque, cinco años más tarde, en 1606, volvió a convencer al rey de volverse a Madrid, y la gran operación estaba hecha. Vendió los inmuebles que había adquirido por dos perras a precio de oro. Y se forró ¡claro!.

La siguiente ocasión que Madrid dejó de ser capital de España fue durante la Guerra de la Independencia. Tenían los franceses ocupada casi toda la península, incluida ésta Villa y Corte con sus tropas, y la Junta de Defensa que se había organizado para combatir a los franceses, se trasladó a Sevilla, para desde allí intentar recuperar el país. Por lo tanto, podíamos decir sin empacho que la capital hispalense también fue capital de España.

Sin embargo Sevilla se rindió a los gabachos en 1810, es decir, después de dos años como capital. Y entonces la Junta y los diputados se traslada a Cádiz, que ejerce a partir de ahí y hasta que los expulsamos como verdadera capital de la España a recuperar.

Bueno, recientemente y durante la Guerra Civil acuérdense que tuvimos tres capitales provisionales. Los de Franco hicieron capital de los nacionales a Burgos en 1937, y en el mismo 1936, en noviembre, Largo Caballero por el bando republicano llevó la suya a Valencia, pues Madrid estaba asediada por aquellos. En 1937 cuando el comunista Negrín quiso formar nuevo gobierno trasladó la capital de Valencia a, nada menos que a Barcelona. Y allí estuvo hasta el final de la guerra.

En fin, avatares de nuestra historia y sus capitales.. A ver cómo termina esto..


Joaquín

                            
                                                                           

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