Y una tarde cualquiera sentirás que me he ido
y un soplo de cenizas regará tu jardín
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que no tienen fin.
--J. A. Buesa--
“Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia”.. Con éstas palabras textuales se dirigió Jesucristo a su apóstol favorito. Y Pedro, después de muerto su maestro y hasta su propia muerte siguió adelante con sus enseñanzas intentando llevar a cuanta más gente posible la “Buena Nueva”
Que San Pedro fuera considerado el primer Papa se decidió siglos después de su muerte; él ni se enteró de semejante privilegio. Pero, fíjense si ya ha llovido desde su muerte (acaecida en el año 65) hasta la actualidad, que ahora tenemos un Papa nacido en una tierra que en sus tiempos ni existía para la historia.
Si contamos desde San Pedro hasta el actual, Papa Francisco, se han ceñido la mitra vaticana nada menos que 296 Papas, es decir, una media de siete años por Papa; poco se puede hacer en tan poco tiempo, pero es lo que hay. Y evidentemente ha habido de todo...
Por ejemplo hubo Papas que fueron excelentes personas como Juan XXIII, (Siglo XX) un tipo vital, alegre y cercano, hizo mucho por la institución, Silvestre II, (siglo X) un buen intelectual, muy querido por todo el mundo, o Gregorio X (siglo XIII) fue el primero en ser elegido a puerta cerrada; se esmeró en unificar las distintas corrientes dogmáticas de la Iglesia.
Pero también han habido Papas infames, malvados. Sí, de estos ha estado sobrada la Iglesia. Sin ir más lejos ahí tenemos a Esteban VI (siglo IX) mandó exhumar a su antecesor por el odio que le tenia. Le hizo un juicio por traidor a la iglesia y despedazó su cuerpo para que no fuera enterrado. O a Sergio III (siglo X) que asesinó al anterior y colocó a su hijo ilegitimo como sucesor. Éste fue llamado en sus tiempos, el esclavo de todos los vicios..
¿Y qué me dicen de los viciosos del sexo? Pues que la lista es larga, por ejemplo, Juan XII (siglo X) más conocido como el Papa fornicador. Mantuvo relaciones con sus hermanas y violaba a peregrinas en la propia catedral; o Bonifacio VIII (siglo XIII) que tenía fama de pederasta; corrían anécdotas por Roma de cómo se lo montaba con una mujer y la hija de ésta al mismo tiempo. ¿Y Clemente VI (siglo XIV)? Pues que éste golfo era aficionado a prostitutas de medio pelo; menudas juergas se corría el "menda". Contrajo gonorrea por su gran afición al sexo de pago...
Les aseguro que no es mi intención recrearme con los abusadores del sexo, pero es que estos asuntos tienen más interés aunque sólo sea por el morbo que producen. Ahí van un par de ellos más o tres y con esto termino... Sixto IV (siglo XV) con cinco hijos; ilegítimos, uno de ellos de su propia hermana. O Inocencio VIII (Siglo XV) Éste tipo, ¡os lo aseguro! acabó con la decencia papal; engendró más de una docena de hijos con multitud de mujeres y para colofón de sus perversidades solicitó en su lecho de muerte que una joven ama de cría le amamantase...
No obstante no sólo de sexo pecó el Vaticano, también de nepotismo. ¿Cuántos tíos se hicieron Papas gracias a la pasta aportada por sus ricas familias? Muchisimos. Hubo un tiempo en el que los que designaban a los Papas eran las pudientes familias romanas. Otros, sin embargo, las grandes monarquías europeas del momento como la francesa o la española.
Por cierto, y hablando de nuestro país, Papas españoles sólo han habido tres; el más conocido de ellos, Alejandro VI, el Papa Borgia, un putero redomado. Aunque siendo justos, con España se portó muy bien.
Y también tuvimos, ¡cómo no! un Antipapa, (así se les llamó a los elegidos en Aviñon), el testarudo Benedicto XIII, también llamado Papa Luna. Miren si fue cabezón y obstinado el bandarra, que ya se habían puesto todos de acuerdo para acabar con la división y unificar las dos sedes papales nombrado un Papa de consenso, cuando el compadre se atrincheró en su castillo de Peñíscola diciendo a voz en grito que el Papa era él y que de allí no lo sacaban ni con agua hirviendo... De ahí viene lo de “Estar en sus trece”, por su número de orden, el XIII...
Pero conste que todo esto es agua pasada, cosas de otra época. Hace tiempo que los Papas se esmeran en hacer bien su trabajo y en dar ejemplo ellos mismos. Ahí tenemos al Papa Francisco, un tipo austero y firmemente empeñado en pedir perdón por los excesos antaño cometidos por la Iglesia.
Y para que vean cómo ha cambiado el cuento: antes casi todos los Papas eran nacidos en Roma, después en toda Italia, más tarde se amplió a Europa, y ahora los tenemos ya de otros continentes. ¿Y el próximo? ¿Será africano? ¿Una mujer?... En fin, estaremos expectantes..
Joaquín Yerga
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