Te acostaré en la
tierra soleada con una
dulcedumbre de madre
para el hijo dormido,
y la tierra ha de
hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo
de niño dolorido.
--Gabriela Mistral--
Se oye por ahí un
runrún de voces pidiendo sibilinamente despojar a Madrid de gran
parte de su oficialidad. Algunos quieren trasladar a sus capitales
autonómicas organismos gubernamentales. Para mi que están
envidiosos porque la capital y su autonomía les supera en todo, en
economía, en cultura y en cosmopolitismo.. Qué curioso, con Franco ellos eran más ricos, y ahora que cada autonomía se las ventila por
su cuenta resulta que Madrid les supera y ¡oh! eso no les gusta..
Fijaos, si yo os
dijera que una vez en la historia, Mérida y Tarragona, llegaron a
ser capitales cooficiales de España, posiblemente dirían que
deliro, o que se me ha ido la mano con la cerveza. Pero no, es verdad, durante el Imperio Romano éstas dos ciudades fueron capitales
administrativas de Hispania. Mérida (Emérita
Augusta) lo fue de la provincia occidental, Lusitania, que entonces
ocupaba ésa media España, y Tarragona de la otra
media, de la provincia Tarraconensis.
No mucho más tarde,
cuando los visigodos se asentaron definitivamente en nuestro país,
eligieron Toledo como capital. Quizás por estar en
el centro y por sus buenas defensas naturales; el río Tajo, casi,
hace de muralla.
Pero aún os
sorprenderéis más si os digo que hasta Cangas de Onís,
en Asturias fue, digamos, “capitalita” de la España cristiana,
que entonces comenzaba la reconquista. Aquí hizo su primera corte
D. Pelayo antes de trasladarla a Oviedo. Y después
también a León la hicieron sede a medida que
avanzaba ésa reconquista.
Y luego ya sabéis
que durante la baja Edad Media los reyes no tuvieron capital fija, sino que eran itinerante. Es
decir, allá donde iban, iba la Corte e iba la capital. Claro que
éstas fueron las primeras capitales cristianas, porque en la zona
musulmana fue, sin duda alguna, Córdoba la gran
capital, y no solo de media España, casi podríamos decir de Europa.
Llegó a tener un millón de habitantes, cosa inaudita en la
historia. Sólo Roma y Constantinopla lo habían conseguido antes...
Y llegamos a Madrid...
Los motivos por lo
que Madrid es la capital de España imagino que los conocemos todos.
Acuérdense, fue Felipe II el que tomó esa decisión en 1561 pero,
¿saben por qué? ¿Qué indujo a Felipe II a nombrarla capital
cuando no era más que un villorrio de poca monta? Pues sencillamente
que Toledo, que era la candidata ideal por haber sido capital con los
visigodos y la ciudad más grande de la zona, era la sede del
arzobispado más grande del país, y no solo eso, era el segundo
mayor de Europa después de Roma. Y ¡claro! el rey no iba a permitir
que los arzobispos le hicieran la más mínima sombra, así que buscó
otra, no muy lejos..
Pero después de
Madrid hubo otras ciudades que, pudiéramos decir fueron capitales de
este hermoso país que llamamos España, aunque es verdad que por
poco tiempo.
La primera vez que
Madrid dejó de ser capital fue en tiempos de Felipe III, hijo del
segundo Felipe. Éste vago, que no tenia intención de molestarse
mucho en gobernar el inmenso Reino que era España entonces, dejó el
poder en manos de los llamados “validos”, que hacían las veces
de Primeros Ministros, y que tenían, por cierto, poderes omnímodos.
El valido de éste memo fue el Duque de Lerma, un tipo bien
despabilado que de la nada llegó a serlo todo. Pues bien, como quiso
hacerse de oro de la noche a la mañana, aprovechó una epidemia de
peste que asolaba la península, y Madrid con ella, para persuadir a
Felipe III de la necesidad de trasladar la corte a Valladolid,
supuestamente libre de esa grave enfermedad. ¡Claro! que, lo que
había detrás era una colosal operación inmobiliaria con la que se
iba a forrar.
Al irse la corte de
Madrid, con todo lo que conllevaba eso, pues con ella se iba también:
nobles, sirvientes, proveedores, arrimados, y un largo etcétera de
currantes y menesterosos; las casas bajaron de precio una barbaridad.
¿Y qué hizo el listillo del Duque de Lerma? pues comprar a
trochemoche, edificios, palacios o casas que merecieran la pena a
precios irrisorios.
Esto fue en 1601
porque, cinco años más tarde, en 1606, volvió a convencer al rey
de volverse a Madrid, y la gran operación estaba hecha.
Vendió los inmuebles que había adquirido por dos perras a precio de
oro. Y se forró ¡claro!.
La siguiente ocasión
que Madrid dejó de ser capital de España fue durante la Guerra de
la Independencia. Tenían los franceses ocupada casi toda la
península, incluida ésta Villa y Corte con sus tropas, y la Junta
de Defensa que se había organizado para combatir a los franceses, se
trasladó a Sevilla, para desde allí intentar recuperar
el país. Por lo tanto, podíamos decir sin empacho que la capital
hispalense también fue capital de España.
Sin embargo Sevilla
se rindió a los gabachos en 1810, es decir, después de dos años
como capital. Y entonces la Junta y los diputados se traslada
a Cádiz, que ejerce a partir de ahí y hasta que los
expulsamos como verdadera capital de la España a recuperar.
Bueno, recientemente
y durante la Guerra Civil acuérdense que tuvimos tres capitales
provisionales. Los de Franco hicieron capital de los nacionales
a Burgos en 1937, y en el mismo 1936, en noviembre,
Largo Caballero por el bando republicano llevó la suya a Valencia,
pues Madrid estaba asediada por aquellos. En 1937 cuando el comunista Negrín quiso formar nuevo gobierno trasladó la capital de Valencia
a, nada menos que a Barcelona. Y allí estuvo hasta
el final de la guerra.
En fin, avatares de
nuestra historia y sus capitales.. A ver cómo termina esto..
Joaquín