Amiga..
Vivo por un sueño
imposible.
Sueño que me ves
pasar y me llamas,
y me pides ir
contigo; tienes que contarme algo.
Yo que estoy loco
por hablarte y decirte
que eres el amor
de mi vida
balbuceo unas
palabras inconexas, sin sentido..
Tú sonríes y me
das un beso.
Entonces la sangre
vuelve a circular por mis venas
y soy el hombre
más feliz del mundo.
Pero el sueño
acaba. Tu imagen se desvanece
y yo vuelvo a mis
insustanciales quehaceres.
--Joaquín--
Si me lo permiten les
voy a contar unas curiosidades médicas que acabo de leer en una
revista de divulgación científica. Son muy interesantes, se lee
rápido y no viene mal conocerlas porque las consecuencias la
sufrimos y/o disfrutamos todos impepinablemente. Se las condenso en
poco espacio para que no les resulte pesado. Y no crean, no les voy a
dar muchos datos, sólo los estrictamente necesarios..
El asunto viene a
cuenta de la longevidad y del por qué vivimos los años que vivimos. ¿Cuántas veces hemos pensado en la suerte que tienen algunos porque a pesar de algunos excesos viven muchos años? Me estaba acordando de Santiago Carrillo, el que fuera secretario general del Partido Comunista tantos años que murió a los 97 años y con el pitillo en la boca.. O del filósofo Bertrand Russell, otro con vida agitada que lo hizo a los 98. Pues sepan que tenían sus telómeros muy largos..
Como saben nuestras células sanas son mortales; tienen una capacidad
de dividirse limitada y sucede porque se acortan sus telómeros.
Estas células se replican constantemente mientras estemos vivos (más
deprisa cuando somos jóvenes). Y así hasta que se debilitan y
acaban por morir, (lo que dura nuestra vida).. Durante el proceso de
copia (una y otra vez) se van desgastando las puntas (telómeros) de
estas células hasta quedar exhaustas.. Miren que ejemplo suelen
poner los científicos.. Si una célula fuese el cordón de los
zapatos, los telómeros serian los capuchones de plástico que evitan
que se deshilachen. Mientras más largos sean estos telómeros mayor
longevidad de la célula y por tanto nuestra vida. Por cierto, las
células cancerosas jamás pierden los telomeros. Es por eso por lo que
se vuelven inmortales, se replican una y otra vez eternamente, si las
dejan y les damos alimento..
Sabemos que la
evolución se centra en seleccionar los organismos más capacitados
para vivir y reproducirse. Nuestros genes sirven para mantenernos
jóvenes, sanos y vigorosos para que nos podamos multiplicar. Lo que
sucede es que la longevidad de los seres humanos supera con creces lo
que disfrutaríamos en la naturaleza, sin sanidad ni medicamentos.
Seguramente no pasaríamos de los treinta y cinco o cuarenta años,
que era la esperanza de vida de principios de siglo. A esta edad
estamos preparados genéticamente para ser jóvenes, más no. El
resto de años que vivimos. hasta los 120 aproximadamente que es el
limite máximo posible, lo hemos ganado a la naturaleza digamos que
de manera artificial, osea sería antinatural..
Hoy en día se está
estudiando profundamente la manera de mantener largos los telómeros
para vivir más o de acortarlos, incluso eliminarlos en el caso de
las células malignas del cáncer para que mueran y no se
multipliquen, pero es muy difícil hacerlo una vez creadas las
células; el arquitecto que diseña y mantiene a los telómeros es un
gen llamado telomerasa y este sólo actúa en el embrión, es decir
en el momento justo de la concepción.. El día que seamos capaces de
medir la longitud de los telómeros de nuestras células al
concebirnos, sabremos los años que vamos a vivir, descontando,
claro, los excesos que hagamos con nuestro cuerpo a lo largo de la
vida, que también influye..
En fin, la ciencia y
la medicina van a revolucionar en no mucho tiempo las vidas de los
seres humanos. No sé cuanto viviremos en el futuro y si lo podremos
hacer más de esos 120 años de límite, pero si consiguen alargar
los telómeros modificando la telomerasa, los años que vivamos lo
haremos eternamente jóvenes; menuda bicoca. El tiempo lo dirá,
aunque supongo que yo ya no lo veré..
Joaquín
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