domingo, 9 de febrero de 2020

Se veía venir que ese fuentecanteño iba a serle infiel

                                                                                     



                                                                                                                                               

Quizás te diga un día que dejé de quererte

aunque siga queriéndote más allá de la muerte

y acaso no comprendas que en esta despedida

nos quedaremos juntos para toda la vida.

--J. B. Buesa--


Oís el ruidito de vuestro whatsapp un viernes por la tarde: es un mensaje de vuestra pareja que os dice:  “Lo siento, cariño, tengo una montaña de curro en la oficina y después una cena de trabajo. Llegaré tarde. Te quiero. ¡No me digáis que no os moquearíais!

Y si encima hemos leído recientemente lo que dicen algunos estudios, que la mitad de los hombres y mujeres reconocen que al menos una vez en su vida han sido infiel con su pareja.. Ufffff, pa echarse a temblar

Y digo yo, ¿tan difícil es ser fiel? ¿Somos monógamos por naturaleza o todo lo contrario, estamos hechos para picar de flor en flor?. Pues...

Está comprobado que la mayoría de las infidelidades se cometen con un amigo bastante próximo, con un vecino o con un compañero de trabajo. En fin, como para fiarte de los amigos.

También dicen que los infieles suele ser gente muy independiente, y que los tipos con la cara ancha y cuadrada son más propensos a echar una cana al aire, aunque estén casados ¡¡Joder, así es mi cara!!.

Y hasta resulta que la voz también influye a la hora de atraernos sexualmente y cometer la fechoría sentimental. Sí sí, los hombres que la tienen con un tono grave y profundo os vuelve locas a las mujeres ¡¡Ay, dios, así es la mía!!. 

Y las mujeres con voz muy aguda, (señal de estrógenos femeninos) nos apasiona a los varones.

Bueno, y ya la repanocha, a los hombres con una edad que acaba en nueve nos da más por buscar carnaza fuera de casa. Ya sabéis, cuando tenemos esas fatídicas edades de 3949 o 59 años, sufrimos una especie de angustia vital que nos da por realzar nuestra moral sexual cayendo en tentaciones amorosas extramatrimoniales, ¡Ay, madre!. 

¡Qué cosas!

Joaquín




1 comentario:

  1. Ay,Joaquín, es mucho más barato ser fiel, que ser infiel. Comprobado...

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