Buena suerte muchacha. Lucirás muy bonita,
con el velo de novia y el ramo de azahar,
pero sin el sonrojo de tu primera cita,
sino pálida y seria delante del altar.
--J. A. Buesa--
Ha nacido un nuevo término, apuntadlo: "sexalescencia". Va a dar mucho que hablar, os lo aseguro. Se trata de hombres y mujeres que hoy rondamos entre los sesenta o setenta, que hemos llevado una vida razonablemente satisfactoria, que hemos trabajado lo suyo, pero que no tenemos entre nuestros planes envejecer.
Los sexanescentes no somos personas detenidas en el tiempo, sino que manejamos el ordenador y el móvil como si lo hubiéramos hecho toda la vida. Por cierto, a diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocemos y ponderamos todos los riesgos. Ninguno nos ponemos a llorar cuando perdemos: sólo reflexionamos, tomamos nota, cultivamos nuestro propio estilo y actuamos.
Los sexalescentes machos no envidiamos la apariencia de jóvenes astros del deporte, ni ellas sueñan con tener la figura de una vedette, nada de eso, en cambio, sabemos de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy, los sexalescentes (la gente de sesenta o setenta) estamos estrenando una edad que hasta ahora NO TENÍA NOMBRE. Los de esa edad antes eran viejos, hoy estamos plenos físicamente y super-maduros intelectualmente.
Los sexanescentes recordamos nuestra juventud, pero sin nostalgias ni lloriqueos, y lo sabemos..
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