Quizás pasees con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.
Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible.
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.
--José Ángel Buesa-
Entre los 36 y los 40 años, es nuestra edad dorada, la de los hombres; eso dicen; es el momento en el que se está feliz con la vida de pareja y se viven los más emocionantes años de vida de los hijos. Eso sí, ya está a la vuelta de la esquina la crisis de los cuarenta.
De los 41 a los 45, a los hombres ya nos va costando más poder engendrar un hijo y comenzamos a sentirnos menos atractivo para las mujeres. A los 45, casi nos sentirnos invisibles frente al sexo opuesto y empezamos a tener problemas físicos, como la aparición de la barriga cervecera. Es en estos años cuando solemos divorciarnos.
Tras esos años de dudas, a punto de llegar a los cincuenta somos más infieles. Quizá aprovechando esos últimos momentos antes de que llegue la bajada de la libido; necesitamos ya de la viagra... algunos 😉😉
Cuando sobrepasamos los cincuenta y cinco ya ni os cuento. Las mujeres dejáis definitivamente de vernos atractivos. Bueno, y a partir de los sesenta el acabose. Para los que hayamos sido presumidos y vivido emocionalmente de la mirada furtiva de una mujer, es un mazazo terrible: sin pelos, con barriga, ufffff, ¡Maldita vejez!.
Luego, si, llegan los sesenta y tantos, con mucho tiempo libre y tal.. ¡Oh, qué suerte!. Pero, fijaos en los amigos y amigas, ¡Uy, si parecen nuestras madres ellas y nuestros padres ellos. ¡Claro, que igual piensan ellos de nosotros!. En fin, y todo en el hogar del pensionista ya que es donde únicamente se puede bailar y echar un mus.
Por cierto, acabo de leer que siete de cada diez hombres sesentones practicamos sexo con estas edades, ¡Estaría bueno!..
Todo esto viene a cuento porque me han dicho que al contrario que los ojos, que disminuyen de tamaño con la edad, las orejas y la nariz no paran de crecer. ¡Dios mío!..😱😱😱
Joaquín
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