Nunca la duda el corazón te enfríe;
marchita la ilusión quien la razona;
no escudriñes el bien; goza y sonríe;
no te asombres del mal: ama y perdona.
---Ricardo León--
Preguntada mucha gente sobre:
--¿Cuál sería el instante más placentero que una persona puede llegar sentir?. Es decir, de todas, ¿cuál sería la sensación más agradable que podemos vivir?.
Algunos tipos dijeron que un orgasmo, o el primer cigarrillo después de comer. Otras que orinar cuando estamos apunto de reventar. Incluso las hubo que opinaron que dormir a pierna suelta tras un día agotador.
Sábanas blancas y limpias, dijo una chica. Saborear el primer café de la mañana, respondió otra a la misma pregunta. El momento de abrazar a mi hijo recién parido, sugirió una madre.
En lo que a mi respecta, tengo mis momentos, como todo el mundo. Pero mira tú, además de quedarme con casi todos los que he enumerado, añadiría el momento de sopor cuando, leyendo un libro en la cama llega un instante en el que me pesan los párpados, se me cae el libro de las manos y duermo como un sochantre. Sí, me quedo con este.
No obstante, de todas las opiniones vertidas sobre instantes felices, me llamó la atención una que expuso un voluntario de cuidados paliativos. Según él, la sensación más placentera que puede sentir un ser humano se da al borde de la muerte.
Gracias a las drogas de los cuidados paliativos, el moribundo se va hundiendo lentamente en una sensación tan placentera que absorbe su mente. Es la respuesta al final de la vida. La muerte pone fin al dolor de existir..
Por cierto, el primer instante feliz de este 2025 es mi café sólo y aún humeante que degusto ahora mismo en mi boca. Feliz Año.
Joaquín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario