miércoles, 19 de enero de 2022

¿El español que más mujeres ha seducido?..Pues..

                                                                                 



¿Qué me dijo? ¿Lo sé acaso?
Hablamos con el alma. . .
como era la última cita,
la despedida fue larga.
Los besos y los sollozos
completaron las palabras
que de la boca salían
en frases entrecortadas.
Rézale cuando estés triste,
dijo al darme una medalla,
y no pienses que vas solo
si en tus penas te acompaña.

--F. A. Icaza--


Era noche de carnaval en Sevilla. En la hostería del Laurel se han citado dos personajes singulares, uno se llama Luis, el otro, quizás más osado, Juan, ambos de noble familia y ambos jóvenes y apuestos, pero calaveras y golfos a más no poder.

El motivo de la cita no es otro que dar cuenta de la apuesta que se habían hecho los dos un año antes: Luis los duelos a espadas en los que se batió (con las consiguientes víctimas) y Juan, las mujeres que sedujo.

Llegan los detalles..Hay testigos: Luis contó en su haber 23 muertos a espada; Juan, 32 mujeres seducidas, con nombres y apellidos; con lo que éste ganó la apuesta. Sin embargo..

Uffffff, Juan no se conforma, quiere más, insiste. Apuesta ahora que conquistará a una monja novicia, y además a Ana de Pantoja, la novia de Luis. ¡qué atrevido!.. 

Luis se pone nervioso ante la osadía de su amigo porque teme, no sin razón, que cumpla su amenaza, pero no le queda otra que aceptar.

Y lo que tenía que pasar pasó, después de seducir a Ana, la prometida de Luis, pone sus ojos en la monja.. La novicia a caer en las redes es Sor Inés, interna en un convento sevillano que, tras escuchar tantas bellas palabras, tantas promesas de amor a través de las rejas, cae rendida a sus pies. Fijaos qué palabras le dice:

Juan:

Cálmate, pues, vida mía;

reposa aquí, y un momento

olvida de tu convento,

la triste cárcel sombría.

¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,

que en esta apartada orilla

más pura la luna brilla

y se respira mejor?

Sor Inés:

Callad, por dios, ¡Oh, Don Juan!

Que no podré resistir

mucho tiempo sin morir

tan nunca sentido afán.

¡Ah! Callad por compasión,

que oyéndoos me parece

que mi cerebro enloquece

y arde mi corazón.


Si, lo habéis adivinado, el tipo este, Juan, no es otro que D. Juan Tenorio, el personaje de la obra de Zorrilla, que tanta fama nos ha dado en el mundo entero. Por cierto, D. Juan, tiene que huir después a Italia. 

Inés muere de amor en la espera.. 

En Italia, el tipo ha conquistado a infinidad de mujeres, en Alemania, cuarenta y dos, y en Turquía veinticinco. En España dejó un reguero de conquistas amorosas, de muertes y de desolación.

Conste que la historia está basada en la vida de un tipo que existió realmente. 

Joaquín





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