Conoceréis la verdad, y ésta os hará libre.
--Jesucristo--
--El tipo se llamaba Juan y supongo yo que paliques muy convincentes daría a los transeúntes que por allí pasaban, puesto que el mismísimo Jesús se dejó seducir por él-- -le dije a mi amiga Isabel durante una animada charla..
--Casi me imagino por donde van los tiros, Joaquin; me das muchas pistas-- -contestó mi amiga muy ufana--
Estábamos enfrascados en una conversación sobre la Biblia. Bueno, más exactamente sobre los Evangelios, que es donde aparece la historia que pretendía contarle..
--Mira-- -le dije-- era joven, de unos treinta años e iba totalmente desnudo. Sólo sus largos cabellos tapaban parcialmente sus partes pudendas, ¿te imaginas?. Se pasaba todo el santo día en la ribera del río Jordán llamando la atención a todo el que pasaba por allí e invitándole a recibir el bautismo de agua porque, según él, sólo así sus pecados les serían perdonados.
--¡Vaya, pues no conocía esos detalles!-- -me confesó Isabel--
--Pues ahora te vas a sorprender más-- -le dije intentando impresionarla-- -El reyezuelo que gobernaba aquella región era un tal Herodes, un pájaro que había repudiado a su mujer legítima y casado con la bella Herodías, esposa divorciada de su hermano. Éste hecho fue muy criticado por la población puesto que la ley judía prohibía a la mujer divorciada volver a casarse.
--Uy, de éste Herodes sí he oído algo. Creo que no tiene nada que ver con aquél otro Herodes, el de la matanza de los inocentes-- -argumentó mi amiga muy sabihonda ella--
--Cierto, y fíjate Isabel: resulta que el que más se cabreó con Herodes fue precisamente Juan, con lo que aquel, enfurecido y para evitar sus criticas lo metió en la cárcel. Pero Herodes no las tenía todas consigo, pues Juan era ya muy popular entre la gente y no se atrevía a ejecutarlo temiéndose alguna revuelta-- -concluí--
--Ummmm, entretenida historia. Cuenta, cuenta.. Joaquín-- -casi me suplica impaciente, mi amiga--
Yo sonreí un poco viendo el interés que ponía en el asunto, y proseguí..
--Así estaban las cosas cuando entran en escena la guapa Herodías y su hija Salomé, una bellísima jovenzuela de la que Herodes, a pesar de ser su padrastro, estaba prendado. Un día organizaron un fiestón “de los de no te menees”, y Salomé, como estrella invitada del cotarro, mostró al respetable sus dotes de cautivadora bailarina. Lo hizo tan maravillosamente bien que su padrastro, Herodes, entusiasmado con la chica, le prometió concederle todo lo que le pidiera..
--Ufffff la cosa me huele a romance cuasi-incestuoso. ¿Y qué le pidió Salomé, si puede saberse?-- -balbuceó Isabel rascándose la cabeza--
--Escucha amiga porque hay más-- -le dije-- la niña le pidió, nada menos, que la cabeza de Juan. Por supuesto detrás de ésa petición estaban los deseos de su madre que temía que éste soliviantara al pueblo en contra de ella, ¡¡Con lo bien que se está de reina!!.pensaría--
Y como lo prometido es deuda, su padrastro Herodes no iba a dejar de cumplir la promesa de la niña-- -seguí contándole-- -y menos indisponerse con su nueva mujer. Inmediatamente ordenó a sus guardias ejecutar al bueno de Juan, y con las mismas cortar su cabeza y servírsela en bandeja de plata a su amantísima esposa. Y colorín colorado.
Terminé de relatarle la historia, me levanté del sofá donde habíamos mantenido la conversación y poniéndome mi abrigo que pendía del respaldo de una silla le dije que me iba..
--¿Ya te vas?-- -se extrañó ella-- -¡pero si aún no me has dicho el apodo de Juan!. Imagino que es el Bautista, ¿no?
--Sí, claro, creí que estabas al loro desde un principio-- le repliqué sonriendo-- -pues, mira, dicen que muchos de los seguidores de Jesús lo fueron antes de Juan. Incluso algunos se aventuran a decir que Jesucristo fue realmente un discípulo suyo.. En fin.. hasta mañana-- -me despedí satisfecho de haberle contado algo que no sabía--
Isabel me tiró un beso llevándose la mano a los labios desde la puerta de su casa mientras yo bajaba la escalera y le decía adiós agitándole las manos...
Joaquín
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