domingo, 2 de enero de 2022

La mujer traicionada..

                                                                      


 

Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!
Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que mucha princesas, princesa parecía:
Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar,
y cadencias arcanas halló mi poesía.
¡Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía;
pero flores tan bellas nunca pueden durar!
y a la fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió... como gota que se vuelve a la mar!
--Amado Nervo--


Finales de diciembre. Caminábamos los dos por el Paseo del Prado, dirección Atocha. Era medía tarde y aún no habían encendido las luces de Navidad. Hacía fresco y poca gente transitaba por las aceras. Al llegar a la plaza de Neptuno paramos un instante y nos dejamos sorprender con la magnificencia del hotel Palace, preciosa construcción de principios del siglo XX..
--¡Qué bonito edificio, Joaquín!---me sugirió mi acompañante y amiga, mirando la fachada oriental que daba a la plaza--
--Y menuda historia tiene detrás---le dije yo---fíjate, el otro día apareció asesinado en su cama un inquilino del hotel que había conocido a dos maromos en una discoteca nocturna.. Se los había llevado a su habitación a practicar sexo, y una vez allí los dos malhechores le echaron algo en la copa para dormirlo y robarle, pero al mezclarlo con alcohol le produjo al imprudente cliente una fatal reacción. La policía no tardó en cazarlos---concluí---
--¡Madre mía, que gentuza!---exclamó ella indignada ---
--Y que lo digas, pero no todo es tan trágico en el hotel. ¿Sabías que en sus habitaciones estuvo alojada Mata Hari, la famosa bailarina y espía doble que traicionaba a franceses y alemanes?---le pregunté de manera retórica sabiendo que yo mismo me iba responder. Pues sí---le dije--- fue durante la Primera Guerra Mundial, ¡pobrecilla!--
--Algo había oído decir, aunque no mucho. ¿Y por qué dices pobrecilla?---se interesó mi amiga--
--El servicio secreto francés cuando tuvo conocimiento de su traición le tendió una trampa, y Margarita, que así se llamaba ella realmente, dejó el hotel Palace y se fue a Francia creyendo que la llamaba su novio---le expliqué---luego la detuvieron, la metieron en la cárcel y la fusilaron-- 
Y luego el mito---proseguí-- porque se convirtió en un mito.. Por cierto, de los diez soldados del pelotón de fusilamiento, sólo uno acertó el tiro.. Era tan hermosa que ninguno quiso matarla. Bueno, casi ninguno jejeje--le sonreí---
--¡Ufff qué pena, Joaquín!, ¿por qué tendrán que pasar estas cosas? Además ahora con lo de Ucrania otra vez estamos casi igual con el tema de los espías---me objetó un pelín entristecida--
--¡Ya sabes, la vida, amiga mía!---sentencié---ahí tienes el hotel ahora, como sino hubiera pasado nada, gente que entra y sale y cada uno va a lo suyo; la vida sigue---le dije---
Ella siguió mirando un buen rato el inmenso edificio de tropecientas habitaciones. Yo miré al cielo y pensé que caerían algunos copos de nieve, aunque nada de eso habían anunciado los telediarios. Luego seguimos andando en busca del museo del Prado que era nuestro destino..
--Joaquín--

                                                             

                                                                     Hotel Palace

                                                                

                                                      Hall principal del hotel Palace

                                                                     

                                                                         Mata Hari




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