Feliz aquel que muere siendo
joven, después de haber vivido.
--Ángel Guinda--
¿Cuántas veces hemos oído comparar la muerte con el sueño?.. Muchas.. Quizás por la similitud de las formas: en ambos casos estamos tendidos y en ambos casos tenemos los ojos cerrados, pero ahí se acaba todo el parecido..
La muerte es la nada, el silencio, volatilizarse. Por el contrario el sueño bulle de vida y acontecimientos. El dormido sabe que lo está, espera despertar y contempla, con la cabalgata de sus recuerdos, más o menos formados, la magia de su imaginación.
Lejos, pues, de implicar reposo absoluto, el sueño nos proporciona una actividad desbordante, frenética; a veces más que despiertos. Incluso si le hacemos caso a Freud, soñando llevamos a cabo nuestras más oníricas fantasías, y sin las cortapisas ni vergüenzas de cuando estamos en vela. En fin, lo dicho, ¡a soñar que son dos días!..
Por cierto, ¿Qué pensaríais si se me ocurriera hacer una similitud entre realidad y sueño de nuestro pueblo, Fuente de Cantos? ¿Quizás prefirierais sueño? Pues no diría yo que no, porque la realidad aturde; es tozuda, cruda, decadente.. por el contrario, los sueños pueden ser hermosos si nos lo proponemos..
Mirad, la realidad nuestra hace aguas por todos lados, porque vamos a menos irremisiblemente, en población y en importancia. Sin embargo de los sueños somos dueños. Sí, soñemos, pues, no cuesta nada..
--Y soñemos con un futuro prometedor en donde las nuevas tecnologías harán que la gente teletrabaje desde casa, aunque las sedes empresariales estén en Sevilla, Badajoz o Madrid. ¿Entonces? qué mejor que nuestras amplias casas, nuestra tranquilidad y nuestra calidad de vida para retener aquí a la gente joven..
--Y soñemos en Fuente de Cantos como una ciudad residencial, con todos los servicios médicos y de ocio al alcance de nuestros emigrantes mayores, que muchos de ellos retornarían a su pueblo que les vio nacer y donde le gustaría pasar sus últimos años en paz y a ras del suelo, dejando para siempre las enormes colmenas apiñadas de las ciudades, donde un día tuvieron que mudarse para sobrevivir..
--Y soñemos con la construcción de una autovía que en poco más de una hora nos transporte hasta Matalascañas y Punta Umbría a través de la sierra norte de Huelva y con empalme en Santa Olalla. ¿Y porqué no?, otra que en el mismo tiempo nos haga llegar a Badajoz, con lo que estaríamos a una hora de Sevilla, Huelva y Badajoz, con todo lo que eso supone de posibilidades para plataformas logísticas..
--Y soñemos con... en fin, paro ya porque igual desvarío... y es que.. ¡es tan bonito soñar! ¡y tan fácil!..
Joaquín
calle Carniceros
López de Ayala
Romanones esquina San Blas
calle Mártires
calle San Quintín
desde el parque Zurbarán
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