No te diré
de qué fibra está formado
el corazón que me sostiene:
me será más dulce decir
que lo tengo hecho de ti,
de tu sonrisa,
y de las penas inmensas
que me llegan contigo.
--D. Quiñónez--
¡Ay!, y pensar que nuestra pertinaz falta de agua (igual que ahora) hizo que fuésemos uno de los últimos pueblos de la comarca en tener piscina municipal, y sin piscina no hay cuerpos desnudos, ni bikinis, ni... ahora la tenemos, pero vacía, por lo mismo.
Apenas un par de piscinas o tres, y particulares, disponían algunos suertudos vecinos en mis años mozos. Bueno, y la charca de los Quilinos en el Bodión y algunas albercas. Que ya me diréis cómo se aprende a nadar en estos raquíticos lugares. Pues aprendimos..
Y así hasta que pudimos ir a la piscina de Usagre, que siempre tuvo más agua que nosotros, y despues a la de Bienvenida, que fue todo un acontecimiento cuando la inauguraron.. En bicicleta íbamos y veníamos los niños de entonces en pleno agosto; ¡todo fuera por un chapuzón!..
Comprendedme entonces si os digo que, como platos se nos ponían los ojos cuando veíamos a las jóvenes fuentecanteñas enfundadas en sus recién estrenados bikinis, tiradas por el césped; Jamás vimos tanta carne humana a la intemperie..
¿Nosotros, los chicos? ¡Uy, nosotros auténticos chulos-playas sacando pecho por el borde de la piscina!. El que más y el que menos estrenábamos nuestro ajustado cutre-bañador de moda entonces y bronceado del tipo "moreno-agromán". Es decir, crudos de piernas y torsos renegridos, producto del sol del andamio.. 😅😅😅
En fin, qué tiempos..
Joaquín
calle Cid
calle Nicolás Megía
calle Nicolás Megía esquina Clavel
calle Silvela
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