Nada es lo que parece
El
problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo era.
P.Valéry
Hace
unos días repusieron en una cadena de televisión la película del
año 1989, y producida por Steven Spielberg, “Regreso al futuro”.
Quiero
recordar que debido
al éxito de la misma hubo después unas cuantas réplicas más;
muchos
nos acordaremos.
En
la
película,
la acción se desarrolla en el lejano año 2015, es decir que
aventuraban de manera ficticia lo que acontecería veintiséis años
después, teniendo en cuenta ¡claro!
la época en la
que
se rodó. Los guionistas y el director R. Zemeckis nos pintaban
una vida futurista en donde los coches volaban y los habitantes de
ese mundo vestían ropas inverosímiles, además de otras
extravagancias. Lógicamente nada de eso sucede a día de hoy cuando
estamos
a punto de acabar, nada
menos, que el 2017.
Si
nos atenemos a cómo imaginábamos el futuro hace, por ejemplo cuarenta
años, en nada se parecería a la realidad actual. Es verdad que
hemos avanzado mucho en tecnología, tal
vez la
rama de la ciencia que más lo ha hecho, pero ni mucho menos se
aproxima al planteamiento que idealizamos tiempo atrás. Para
ser objetivos solo algunas ideas se han cumplido, pero no la mayoría. Es
cierto que las puertas se abren solas (por
control remoto)
exactamente igual que imaginaban los guionistas. O que las armas
pueden exhalar mortíferos rayos láser, pero
ni por asomo los
coches vuelan
y ni mucho menos podemos transportarnos en el tiempo ni cambiar de
galaxia a nuestro antojo. Tan
solo y como mucho viajar al planeta Marte, y eso esta aquí al lado.
A punto ya de acabar el año
2017,
que
se corresponde con el futuro lejano de nuestra niñez, y casi todo, o
por lo menos lo más transcendental sigue igual
que siempre.
Las
preocupaciones de la gente permanecen intactas; seguimos anhelando, sobre todo, buena salud, trabajo y cierta felicidad.
También
del
espacio exterior, tan en boga en aquella época, casi se ha enfriado
el ardor con que nos
lo
tomábamos. Después de ir a la luna creímos que la exploración del
sistema solar era pan
comido, cuestión
de unos años pensábamos. Casi nos veíamos ya pisando Marte e
intercambiando con sus inverosímiles
habitantes
inventos y enseres. Se
ve que no acertamos haciendo predicciones. Aun
así, si
tuviese que enumerar los dos mayores cambios que se ha producido en
todo este tiempo, yo diría:
El
primero: el impacto de las redes sociales. Nos
ha
supuesto este
avance una
soberbia
revolución a nivel social. El hecho de estar todos interconectados y
a tiempo real ha significado un progreso
inaudito
y un cambio incuestionable en las relaciones humanas.
Y
el segundo y por circunscribirlo a nuestro entorno: la transformación
de España. Hemos pasado en poco más de tres décadas y sin
anestesia de ser anticuados, míseros y rancios subdesarrollados a
europeos de pleno derecho. De ser un pueblo de emigrantes netos a
recibir de golpe y en solo un lustro a más de seis millones de
inmigrantes. Y lo
hemos hecho en
un santiamén. El
Spain is different
ya
no cuela, pues
hemos
aceptado
como el que más y con premura: el divorcio, el aborto, el
matrimonio gay, y la España vertebrada en lo político, como
siempre soñó nuestro filosofo
Ortega
y Gasset.
Abundando
sobre lo nuestro, debemos
felicitarnos porque hoy
en día y especialmente en asuntos sociales, nada asusta a nuestros
compatriotas. Hemos demostrado con creces que nos adaptamos a
cualquier cambio, aunque no tengamos bases solidas para ello. Tan
solo un baldón arrastramos sin visas de solución, el asunto
catalán. Aunque
tal vez, incluso hasta ese espinoso tema si
hacemos bien las cosas, sea
asunto del pasado.
Por
todo lo expuesto y con las reservas ineludibles, yo no me atrevería
a aventurar ningún tipo de futuro, no ya para la humanidad o nuestro
país, sino para mí mismo. Si ya
de
por sí es
muy complicado hacer previsiones para más allá de un par de meses,
no digamos a cuarenta años vista. A
mí,
como diría Woody Allen, me interesa el futuro más que nada porque
es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
23/01/2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario