sábado, 15 de abril de 2023

Aquí los más tontos ya no hacen relojes

                                                                                     


Los que se despeñan por hacerse un selfie, los antivacunas, los que derriban estatuas de Cervantes Colón, los veganos, los animalistas, los que censuran las películas de siempre por no ser políticamente correctas, los tontainas que dicen no sentirse españoles, los nuevos terraplanistas, las hiperfeministas, los buenistas, el éxito del reguetón, los que se creen las encuestas del CIS... En fin, todo esto y más, puede deberse a que ha descendido el cociente intelectual mundial. Algunos lo llaman efecto Flynn.

El efecto Flynn, que lleva el apellido del investigador neozelandés que lo patentó, concluye que el coeficiente intelectual de las personas creció antaño, en torno a 2 y 3 puntos de media por cada década transcurrida, pero que ahora, la curva de la inteligencia humana parece estar doblegándose, que diría Fernando Simón, el del Covid.😂😂😂

Se desconocen las razones de la gilipollez que nos asola. Podría deberse a una peor nutrición, a un empobrecimiento de los sistemas escolares, al abuso y mal uso de las redes sociales, o un aumento de la contaminación del aire. 

En resumidas cuentas, parece ser que ahora somos más tontos que antes, lo que conlleva también ser más ñoños, timoratos, pusilánimes, malcriados, apocados, cobardones, consentidos, ignorantes, borregos, calzonazos, incívicos y cosas por el estilo; sobre todo los españoles, aunque también europeos

Claro, que a lo del Efecto Flint ya lo llamó con gracejo andaluz un famoso locutor de radio ciñéndose a nuestro país: «En España no cabe un tonto más, hay más tontos que botellines: llega uno por La Coruña y caen otros dos al mar por Almería».

Joaquín







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