El hombre que no tenía cerebro, y no es quien pensáis.

                                                                                     

  

Me rebelo a morir, pero es preciso...

¡El triste vive y el dichoso muere!

¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso,

hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!

¡Os amo, sí! Dejadme que, habladora,

me repita esta voz tan repetida,

que las cosas más íntimas ahora

se me escapen de los labios con mi vida.

--Campoamor--

En 2007, un hombre francés de 44 años entró en una clínica aquejado de un dolor persistente en la pierna durante dos semanas. La sorpresa de los médicos fue mayúscula cuando, al intentar desentrañar la causa del padecimiento, hicieron una resonancia magnética de su cabeza y vieron que al paciente le faltaba el 90% del cerebro ¡Oh!...

Resulta que el pobre hombre sólo tenía una delgada capa neuronal a lo largo de la pared interna de su cráneo, y si embargo había tenido una vida normal, ¿Cómo es posible?

Al reconstruir la historia clínica del paciente, los doctores averiguaron que a la temprana edad de 6 meses, los ventrículos de su cerebro se llenaron de líquido cefalorraquídeo. Después, en la adolescencia, desarrolló pérdida de control y parálisis parcial de la pierna izquierda. Pero el problema fue solucionado mediante la colocación de un stent. 

La hidrocefalia debió de seguir su curso hasta la citada edad de 44 años, donde el problema salió a la luz. El líquido había reemplazado prácticamente todo su cerebro, convirtiendo sus restos en una fina lámina cortical periférica. 

Pero lo curioso es que, el hombre, se había casado, había sido padre de familia con dos hijos y desempeñado laboralmente un puesto de funcionario con plena destreza. Al efectuarle pruebas neuropsicológicas para completar la historia clínica, los médicos cifraron su cociente intelectual en 75, el verbal en 84 y el rendimiento en 70. (hay muchos tipos así con esta merma, pero con todo su cerebro, sobre todo políticos).

La conclusión es que el poquito cerebro afrontó la situación sacando adelante las funciones neuropsicológicas fundamentales aprendiendo a interactuar con el entorno, y todo con apenas un 10% de masa encefálica ¡Qué cosas!.. 

En fin. 

Joaquín