Se enamoró un psiquiatra de su paciente
y acabó loco de amor, y de remate.
Se enamoró Dios de "la Nada"
y le regaló el mundo.
Yo me enamoré de ti
y no he dejado de hacerte versos
... que no has leído nunca.
--Cayetano Ibarra--
Qué nos gustan las fotos antiguas y qué recuerdos nos traen. Pero, reconozcámoslo, el mundo de la fotografía está cambiando aceleradamente.
Hasta hace unas décadas hacerse una foto era todo un acontecimiento. Acordaos los más mayores de cuando íbamos toda familia con nuestras mejores galas a posar delante del retratista.
Y qué pena que apenas tengamos fotos de cuando éramos niños. Con las fotos antiguas del pueblo pasaba algo parecido. Hoy en día, sin embargo, de tanto como cliqueamos el botón de la cámara estamos devaluando este oficio.
Pero está bien que tengamos todas las facilidades, así no podrán decir los adultos del mañana que no tienen recuerdos de su infancia. Sin duda, podrán visualizar sus vidas minuto a minuto.
La gente de mi edad, los que hace ya un tiempo peinamos canas, ¿Cuántas fotos tenemos de nuestra infancia? Poca leche, apuesto que no pasan de las diez o doce: la de la comunión, la de la Merendita en las Eras del cementerio, y la de familia, y así no hay manera de recordar con detalles esas etapas.
En fin, nos apañaremos con las poquitas que tenemos y las compararemos con las nuevas, que de estas si tenemos para aburrir.
Joaquín
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