La vi pasar con otro... Su semblante
resplandecía de felicidad.
Y me subió a los labios mi sonrisa galante,
con algo de impotencia y algo de vanidad.
--J. A. Buesa--
Es estupendo tener buenas carreteras y autovías; todo el mundo las quiere. Cogemos el coche y en un santiamén nos plantamos en Sevilla, Zafra o Mérida, pero tienen un gran inconveniente para los pueblos pequeños, y es que precisamente por la facilidad, la gente se va a hacer las compras a otros lugares con más oferta comercial.
¿Cuántos comercios tenemos en Fuente de Cantos? ¿25? ¿30?, y esto contando los de todo tipo, mercerías, ultramarinos, joyerías, zapaterías etc. etc. lo que equivaldría a una tienda por cada 160 habitantes, y eso es muy poco; lo normal debería ser una tienda por cada 100.
Cinco servicios diarios de ida y otros tantos de vuelta hace el LEDA a Sevilla, todo un "puente aéreo" por carretera, lo que nos da una idea del ingente trajín que estamos teniendo con la capital hispalense. Tanto, que dentro de nada desplazará a Zafra como lugar preferido de los fuentecanteños para hacer las compras, sino al tiempo..
Uy, qué tiempos aquellos en los las carreteras eran pésimas y los coches de lata. Y justamente por eso la gente no podían desplazarse a ningún sitio a comprar. Bueno, además de no tener un duro para hacerlo. Bien, pues gracias a esos impedimentos la oferta comercial era inmensa en el pueblo. Acordaos que sólo entre la calle Llerena y el Altozano de los coches había más de veinticinco comercios. Hoy apenas quedan diez o doce y con escasa facturación.
Fijaos qué lista la de antaño.
En Llerena Nº1, estaba el comercio de Leopoldo Panea (curtidos y zapatos), enfrente Farmacia Toribio. Más adelante, Gutiérrez (guarnicionería), y Pedro Miguez, el Pañero, y tejidos Carnero, y la tienda de los hermanos Díaz y Díaz, y La Paloma, y Los Ángeles, y luego la imprenta San José, y enfrente la mercería de Eustaquio Maya; todo esto en el primer tramo.
En el segundo tramo...
Tejidos Paco, y el cine de D. José, y la pastelería Agraz, y chucherías el Nueve, y la de León enfrente, y ferretería Antonio Granados Cortés, y pastelería y regalos D. José, después estanco.
¿Y en el Altozano? Pues..
Lorenzana, tejidos y confecciones, y calzados Francisco Morente, y churrería Elena Toro, y la fonda de Macarro, y otra fonda, la de la señora Flora, y Currito, y...
Y no os hablo de los bares. Hasta cinco bares tuvimos en el Altozano.
En fin, toda una oferta comercial que para sí la quisiera Zafra..
Joaquín
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