sábado, 11 de febrero de 2023

En Zafra vio pasar su último tren

                                                                                     



Y aunque ahora muriera,

no podría decir que no he vivido;

que el sayo pudiera parecer nuevo por fuera,

pero reconozco que por dentro ha envejecido.

--Bécquer--


Mi amiga viajó aquel día a Zafra, pensaba hacer turismo. Paseó por la calle Sevilla y disfrutó viendo escaparates. Luego bajó hasta la Plaza Grande, y la Plaza Chica, y subió hasta el Parador. Almorzó por la zona, "Qué estupenda mañana", me dijo que había pasado.

Por la tarde, andando andando atravesó el parque de La Paz y llegó hasta la estación de tren. 

Sentada en un banco frente al andén descansaba cuando... De repente vio venir un tren de carga desbocado que se dirigía a toda velocidad hacia cinco trabajadoresLos vio a lo lejos, totalmente distraídos. El conductor debía estar inconsciente; se fijó en él al pasar junto a ella con la cabeza caída; posiblemente a causa de un ataque al corazón... "¡Dios mío, Joaquín, el tren los iba atropellar!", me contó todavía exaltada al día siguiente.

La locomotora iba demasiado deprisa para que los trabajadores pudieran apartarse. Pero, ¡Oh, había una esperanza!. Justo antes de donde estaban los cinco hombres había una bifurcación y la vía se desdoblaba. En la otra vía sólo vio a un trabajador. 

Aterrada de miedo, mi amiga estaba suficientemente cerca como para que pudiera accionar la palanca del cambio de agujas, un botón rojo con grandes letras que indicaba "Cambio de Agujas", y ella lo vió.  Si lo accionaba alejaba el peligro de los cinco hombres y dirigirlo hacia la vía en la que sólo hay uno, ¡el tiempo apremiaba!..¡Ay, Dios, qué podía hacer!

Luego os lo cuento, pero antes dejadme haceros una pregunta: ¿Esperáis todos que ella que dirigiera el tren hacia la vía de un sólo trabajador, y así salvara a cuatro? 

Si se hubiera quedado quieta y no haber hecho nada es la providencia la culpable, ninguna culpa tiene ella. Porque si actúa y acaba con la vida de un hombre deliberadamente.. ¿Estará segura de no tener luego cargos de conciencia por haber matado a un hombre, aunque salvara a cinco? Pues, ¿Qué creéis que pensarán los hijos o la madre de ese hombre al que su acción matará?..

Conste que esto no es un simple acertijo para pasar el rato, realmente es un experimento mental que algunos filósofos han usado para mostrarnos las contradicciones de la moral y de la justicia. Aquí la pregunta es: ¿Cuándo es aceptable sacrificar una vida para salvar varias? ¿El fin justifica los medios alguna vez? ¿En todos los casos?.

Algunos opinaréis que mi amiga nunca debió accionar la palanca que cambiaba aquella vía el tren, porque eso sería poco menos que jugar a ser Dios.. Otros, sin embargo, pensaréis que  debió accionar y salvar a los cinco, justificando los medios. 

En fin, lo siento, pero no os digo qué hizo ella.. 

Joaquín





                       Paseando por la calle Sevilla de Zafra, al fondo la Plaza Grande






2 comentarios:

  1. Café en mano y tú blog 😜..para mí opinión no le hubiera dado a la palanca..sin sentir culpa ninguna y sin cargos de conciencia,la providencia sería en to caso la "culpa"Feliz Día Joaquín 🤗😘

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    1. Menuda decisión, María. Hay que tener mucho temple para accionar la palanca y decidir por uno u otro. En fin, yo no sé que haría. Un besito. Buenos días

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