Muere el sol, quietud inmensa
se adueña de cuanto existe...
entonces una voz triste
susurra en mi oído: ¡Piensa!
Por fin, la noche, vestida
de luto, llena de encanto,
me cobija con su manto,
suspirando: ¡Duerme, olvida!
--Amado Nervo--
Resulta que una vez, unos cientos de miles de musulmanes que vivian en Andalucía oriental, a los que de manera despectiva los cristianos llamaban moriscos, se pusieron farrucos (se rebelaron) y hubo que atraparlos y dispersarlos por la península para que no dieran más guerra.
A Extremadura nos correspondió en el reparto 7.350 moros, y al partido judicial de Llerena, (al que pertenecíamos nosotros entonces), 1.475. A Fuente de Cantos unos cien nos tocó, y tuvimos que reintegrarlos. En la calle Reyes Huertas y aledaños vivieron la mayoría. Muchos de ellos no sabia ni hablar castellano, pero eran muy buenos hortelanos y artesanos..
Todo esto pasó bajo criterio político y de orden público, pero luego entró en acción la religión, la Inquisición y la intransigencia y, ¡Ay, amigo!, las severas autoridades católicas de entonces no iban a permitir herejes en España, así que unos años más tarde y cuando ya estaban apunto de integrarse, se decretó la orden de expulsión de todos los moriscos de España. A unos 200.000 los embarcaron rumbo al norte de África.
Al pueblo de Hornachos le tocó lo peor, nada menos que 3.000 vecinos moriscos tuvieron que coger carretera y manta y salir de la villa. Andando y en tres expediciones seguidas, pasaron por Fuente de Cantos camino de Sevilla, donde embarcarían para Marruecos..
Por cierto, estos episodios son una parte importante de nuestra historia, y ha dado mucho que hablar. Bien, pues imaginaos: hoy en día tenemos más de un millón de ellos viviendo en nuestro país. Pero, ¡claro!, afortunadamente nadie pide su expulsión masiva, y es que, el catolicismo ya no es lo que era..
En el pueblo, apenas un cuarto centenar de musulmanes viven ahora entre nosotros..
Joaquín
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