Una generosa duplicidad
Amiga...
Si
supieras la necesidad de tus besos
comprenderías
mi insistencia.
Si
entendieras que sin ti
mi
cielo ya no es tan azul,
ni
palpitan a lo lejos las estrellas,
sabrías de la tristeza de un corazón
que
vaga errante sin unos ojos
donde
mirarse
--Joaquín--
Evidentemente
no podemos vivir sin riñones. Estos filtran todos los fluidos
corporales, y regulan y optimizan la cantidad y calidad que necesitamos, pero debemos admitir que la naturaleza ha sido demasiado generosa con nuestro
cuerpo, porque ¿para qué necesitamos dos si con uno en perfecto
estado sería suficiente?..
Es
curioso, aún no se ponen de acuerdo los anatomistas del porqué dos riñones en vez de uno, como sucede con el hígado y el resto de
los órganos..
Sabemos
que si falla un riñón por defecto congénito el otro suple
perfectamente la función del atrofiado; incluso llega a aumentar de
tamaño hasta adquirir la masa de los dos si fuese necesario. Es más con un sólo riñón
y al 70% de su capacidad, el portador puede hacer una vida normal,
sin complicaciones serias.. Y eso que unos 120 litros de sangre pasan
diariamente por sus entrañas...
Ahora tengo familiares muy directos que portan un sólo riñón, y me parece la
cosa más normal del mundo, incluso un amigo que no tiene ninguno y
debe someterse a diálisis profunda tres veces a la semana, sin
embargo no siempre acepté con semejante naturalidad esta eventualidad. Aún recuerdo el impacto que me llevé cuando me enteré que
Carlos Santillana, aquel excelente rematador de fútbol del Real
Madrid y de la selección nacional, hacía todas aquellas maravillosas virguerías
con el balón con un solo riñón.. En fin, cosas de antaño..
--Joaquín--
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