martes, 22 de septiembre de 2020

El pecho tatuado con un nombre de mujer..

                                                                                    




Me han contado tu 
desventura por la vida..
¡Tan feliz y orgullosa,
tan arrogante y altiva
que te fuiste con él!..
No quiero hacer leña
del árbol caído, pero
algunos ya te advertimos
de tu mala elección..
--Joaquín--


Es muy fácil ahora colocarse un pendiente en la oreja, o dos, y salir tan ufano a la calle mostrando al mundo nuestro atrevimiento; cualquiera lo puede hacer. 
Claro que no siempre fue así. Hace mucho tiempo para lucir un pendiente en el lóbulo de la oreja habría que ser pirata y haber atravesado, al menos una vez, el terrible Cabo de Hornos, al sur de Argentina, famoso por sus tormentas y vientos huracanados.  
Aunque si, a Francis Drake, Walter Raleigh o a Henry Morgan, famosos corsarios ingleses que nos hicieron la puñeta a los españoles durante siglos asaltando nuestros barcos, les hubieran confundidos con piratas les da un patatús..
Piratas, como Bocanegra, eran unos tipejos desalmados que se dedicaban al saqueo, asalto y abordaje de barcos o pueblos costeros. Les importaban un carajo la nacionalidad del barco a saquear, ellos iban a lo que iban, a enriquecerse rápidamente aunque tuvieran que asesinar, violar o ultrajar personas. 
Corsarios, como el mencionado Francis Drake, eran marineros civiles al servicio de un país con el encargo de asaltar naves enemigas, Inglaterra mantenía a muchos. 
Los Bucaneros eran tipos que cazaban animales salvajes en las islas del Caribe y luego revendían la carne en las costas. Con el tiempo se hicieron piratas. 
En cambio los Filibusteros eran pequeños ladronzuelos que, pertrechados en sus pequeñas barcazas, asaltaban barcos muy cerca de la costa. 
Uno de los más conocidos filibusteros fue Jean David Nau, apodado “El terror del Caribe”.. Con el tiempo, bucaneros y filibusteros, crearon la temible Hermandad de la Costa, que tanta guerra dio a los barcos mercantiles.. 
En fin, no confundamos..
Joaquín



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