viernes, 25 de septiembre de 2020

Dulce como la miel..




Ojos claros, serenos,

si de un dulce mirar sois alabados,

¿por qué, si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos,

más bellos parecéis a aquel que os mira,

no me miréis con ira,

porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay, tormentos rabiosos!

Ojos claros, serenos,

ya que así me miráis, miradme al menos.

--Gutierre de Cetina--



¡Con lo que era la miel!. ¡Con la de veces que nuestras madres y abuelas, las pobres, se esforzaban en darnos una cucharadita mezclada en la leche para combatir el incipiente catarro!. Bien, pues acaban de hacer un estudio en el que rebajaban las propiedades nutritivas de este rico y viscoso alimento, incluso la hacen contraproducente tomarla..

Aunque, si bien es verdad que nos tomamos a pecho estos informes, luego nos llegarán otros que lo desmientan. Nos está pasando con los huevos o con el café, que de ser malos ahora son la panacea. Y es que, aunque la miel no sea lo que parecía, en cuanto a remedio de todos los males, sólo lo que cuesta crearla ya da que pensar...

Fijaos: para fabricar un kilo de miel una abeja debe posar sus patas y chupar de unos 4 millones de flores, ¡ahí es nada!.. Por algo será que la miel es el único alimento que existe que jamás se pudre.. 

Lo dicho, sigan echándosela al limón y beban cuando en estos días de crudo invierno que se avecina empecemos a toser. 

En fin..

Joaquín






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