Piénsenlo, sólo les queda cinco días de vida...
La
dejé marcharse sola...
y,
sin embargo, tenía
para
evitar mi agonía
la
piedad de una pistola.
¿Por
qué no morir? --pensé--
¿Por
qué no librarme de esta
tortura?¿Ya
qué me resta
después
que ella se me fue?
Pero
el resabio cristiano
me
insinuó con voces graves:
¡pobre
necio, tú que sabes!
Y
paralizó mi mano
Tuve
miedo, es la verdad;
miedo
sí, de ya no verla,
miedo
inmenso de perderla
por
toda una eternidad.
Y
yo preferí no vivir,
que
no es vida la presente,
sino
acabar lentamente,
lentamente
de morir.
--Amado
Nervo--
Pásmense,
no es broma, el día 23 de septiembre del 2084, un asteroide de
tamaño medio puede que impacte contra la Tierra.. Se trata de una
roca de unos catorce metros de diámetro que vaga errante por el
espacio infinito dando vueltas alrededor del Sol en una órbita
gigantesca.. Cada cientos de años pasa cerquita de nosotros y, puede
que alguna vez, quizás la próxima, se desvié por efecto de la
gravedad terrestre y choque contra nuestro planeta ¡Dios nos coja
confesados!..
Según
los astrónomos que siguen el caso las posibilidades del impacto son
de 147 a una. Pues no crean que es poco sabiendo lo que nos jugamos..
No es que sea muy grande el meteorito pero la velocidad que trae
puede causar estragos.. La última vez que un pedrusco de ese tamaño
chocó contra la tierra hubo más de 1.000 heridos y destruyó por
completo un pueblo, fue en Siberia, y eso que no llegó a impactar,
sino que se desintegró en el espacio al tocar la atmósfera..
Por
cierto, ¿se imaginan que, como en la película, Armageddon, sepamos
de la llegada de un gran asteroide a chocar contra la tierra sin
posibilidades de salvarnos? No lo he pensado, pero debe ser
horrible.. ¿Qué haríamos entonces los 8.000 millones de seres que
habitamos este sufrido planeta? Apuesto que nos olvidaríamos de las
diferencias étnicas, económicas, políticas y sociales que tanto nos fascinan. Estaríamos unidos como una piña intentando buscar soluciones, porque esto no sería un terremoto ni un huracán siquiera, durante
los cuales aún podríamos huir hacia algún sitio; en un cataclismo
provocado por un meteorito (como el que aniquiló a los dinosaurios
hace 65 millones de años) no habría escapatoria posible, la
destrucción sería inmediata, y total..
En
la película, Armageddon, todavía hubo tiempo suficiente para enviar
una nave tripulada al meteorito e intentar volarlo con una bomba
atómica, desviando así su rumbo. Pero ésta es
una película, que como saben casi siempre acaban bien. La realidad seguro que sería muy diferente.. A mi no me entra en la cabeza qué
podría hacer en el caso de saber de antemano del estropicio. Creo
que lo sentiría especialmente por mis seres queridos, eso me
llevaría a la desesperación, pero no por mi, que uno ya ha
vivido sus años correspondiente, y con taparse los oídos y cerrar
bien los ojos esperaría pacientemente el estruendo..
¿Y
si ya no hubiera solución? Piénsenlo, nos quedan sólo cinco días de vida: gente
desesperada, lloros, gritos por doquier, las iglesias abarrotadas de
gente suplicando, los santos en las calles tras los cuales millones
de personas en procesión constante y con velas irían cantando e
implorando perdón al creador.. Otros habría que, conscientes del
poco tiempo, fornicarían sin parar; los habría pendencieros que asesinarían a odiados enemigos, y millones de
familias recogidas en sus casas abrazados unos a otros esperando el
final. Y también, cómo no, glotones henchidos de gula zampando los
manjares que siempre soñaron, y.. violadores, y psicópatas y
ladrones a su albedrío porque, ni habría policías en la calles ni
habría ya justicia... En fin, que horror...
Joaquín
Yerga
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