sábado, 12 de octubre de 2019

Piénsenlo, sólo les queda cinco días de vida...





La dejé marcharse sola...
y, sin embargo, tenía
para evitar mi agonía
la piedad de una pistola.

¿Por qué no morir? --pensé--
¿Por qué no librarme de esta
tortura?¿Ya qué me resta
después que ella se me fue?

Pero el resabio cristiano
me insinuó con voces graves:
¡pobre necio, tú que sabes!
Y paralizó mi mano

Tuve miedo, es la verdad;
miedo sí, de ya no verla,
miedo inmenso de perderla
por toda una eternidad.

Y yo preferí no vivir,
que no es vida la presente,
sino acabar lentamente,
lentamente de morir.
--Amado Nervo-- 


Pásmense, no es broma, el día 23 de septiembre del 2084, un asteroide de tamaño medio puede que impacte contra la Tierra.. Se trata de una roca de unos catorce metros de diámetro que vaga errante por el espacio infinito dando vueltas alrededor del Sol en una órbita gigantesca.. Cada cientos de años pasa cerquita de nosotros y, puede que alguna vez, quizás la próxima, se desvié por efecto de la gravedad terrestre y choque contra nuestro planeta ¡Dios nos coja confesados!..
Según los astrónomos que siguen el caso las posibilidades del impacto son de 147 a una. Pues no crean que es poco sabiendo lo que nos jugamos.. No es que sea muy grande el meteorito pero la velocidad que trae puede causar estragos.. La última vez que un pedrusco de ese tamaño chocó contra la tierra hubo más de 1.000 heridos y destruyó por completo un pueblo, fue en Siberia, y eso que no llegó a impactar, sino que se desintegró en el espacio al tocar la atmósfera..
Por cierto, ¿se imaginan que, como en la película, Armageddon, sepamos de la llegada de un gran asteroide a chocar contra la tierra sin posibilidades de salvarnos? No lo he pensado, pero debe ser horrible.. ¿Qué haríamos entonces los 8.000 millones de seres que habitamos este sufrido planeta? Apuesto que nos olvidaríamos de las diferencias étnicas, económicas, políticas y sociales que tanto nos fascinan. Estaríamos unidos como una piña intentando buscar soluciones, porque esto no sería un terremoto ni un huracán siquiera, durante los cuales aún podríamos huir hacia algún sitio; en un cataclismo provocado por un meteorito (como el que aniquiló a los dinosaurios hace 65 millones de años) no habría escapatoria posible, la destrucción sería inmediata, y total..
En la película, Armageddon, todavía hubo tiempo suficiente para enviar una nave tripulada al meteorito e intentar volarlo con una bomba atómica, desviando así su rumbo. Pero ésta es una película, que como saben casi siempre acaban bien. La realidad seguro que sería muy diferente.. A mi no me entra en la cabeza qué podría hacer en el caso de saber de antemano del estropicio. Creo que lo sentiría especialmente por mis seres queridos, eso me llevaría a la desesperación, pero no por mi, que uno ya ha vivido sus años correspondiente, y con taparse los oídos y cerrar bien los ojos esperaría pacientemente el estruendo..
¿Y si ya no hubiera solución? Piénsenlo, nos quedan sólo cinco días de vida: gente desesperada, lloros, gritos por doquier, las iglesias abarrotadas de gente suplicando, los santos en las calles tras los cuales millones de personas en procesión constante y con velas irían cantando e implorando perdón al creador.. Otros habría que, conscientes del poco tiempo, fornicarían sin parar; los habría pendencieros que asesinarían a odiados enemigos, y millones de familias recogidas en sus casas abrazados unos a otros esperando el final. Y también, cómo no, glotones henchidos de gula zampando los manjares que siempre soñaron, y.. violadores, y psicópatas y ladrones a su albedrío porque, ni habría policías en la calles ni habría ya justicia... En fin, que horror...
Joaquín Yerga

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