lunes, 14 de octubre de 2019

¿Está al caer el Apocalipsis?..




Este libro tiene muchos precedentes,
tanto como gentes
habrán sollozado
por un bien amado,,
desaparecido,
por un gran amor extinguido.

Tal vez muchos otros lloraron mejor
su dolor que yo mi inmenso dolor,
quizás (como eran poetas mayores)
había en sus lágrimas muchos más fulgores...

Yo en mis tristes rimas no pretendo nada:
para mi es bastante
con que mi adorada
para siempre ida,
detrás de mi hombro las lea anhelante
y diga: “Este si que es un buen amante
que nunca me olvida”
--Amado Nervo-- 


Según el Apocalipsis de San Juan, cuatro jinetes montados en cuatro soberbios caballos nos avisaran del fin del mundo.. Aquel que abra el libro sagrado, custodiado por los cuatro sellos a modo de cerrojo, se encontrará con la profecía..
El caballo blanco simboliza la Gloria, aquél al que se le designe conocerá la victoria y el poder .. El caballo Rojo, la guerra y sus desgracias; opresión, esclavitud, yugo y sometimiento.. El caballo Negro, flaco y demacrado, significa el hambre y sus terribles consecuencias, y el caballo Bayo, (signo de la peste), montado por un jinete con guadaña en mano, significa, La Muerte. Con este último todas las plagas malignas inimaginables se abatirán sobre la tierra; hambrunas, penurias, terribles sequías, epidemias, fetidez, hedores, pestilencias.., MUERTE..
Y digo yo, ¿Caerán las peores profecías del Apocalipsis sobre la humanidad? ¿Ese horripilante destino nos espera a los hombres y mujeres aquí en la tierra? ¿Estarán próximos los días que vaticinaba San Juan como castigo por nuestro comportamiento?.. Al margen de la epidemia del coronavirus que nos está amargando la vida y a tenor de las previsiones climáticas, eso exactamente nos aguarda el destino; un destino que está al caer..
¿Pensaba San Juan, inspirado por Dios, cuando escribió el Apocalipsis final en nuestros pecados, no personales, sino colectivos, por el daño infligido al planeta? ¿Nos castigará Dios enviándonos una plaga climática, con pertinaces sequías y aterradores aguaceros, igual que castigó con azufre hirviendo a Sodoma y Gomorra hace ya una eternidad?.. En fin, allá cada uno y su credulidad pero, todo a punta a lo peor..
No crean que no entiendo por qué de las malas noticias pasamos como si apestaran, y más estos días. Y no me extraña nada que lo hagamos, son tantas a diario que buscamos y nos deleitamos sólo con las buenas.. Conste que yo he sido el primero que he huido especialmente de las apocalípticas como alma que lleva el diablo, sin embargo aunque las dejemos de lado, inevitablemente algo de su eco nos llega a los oídos..
Si hacemos caso a las previsiones de los expertos que se dedican a esto en cuerpo y alma, sobre el año 2050 las temperaturas habrán subido en la tierra una media de 3 grados, siendo en algunos lugares, (como por desgracia el nuestro) espantoso, hasta 6 grados.. Según estos estudios, en Madrid, (sí, aquí mismo), los veranos serán tórridos, sofocantes, insoportables; y lo equiparan al que sufren hoy en día en la ciudad marroquí de Marrakech, donde, en la canícula, alcanzan fácilmente los 50 grados a la sombra.. También dicen que las ciudades del centro y norte de Europa serán de cálidas como ahora son las españolas. Bueno, a esta gente como están ateridos no les viene mal pero, ¡mira que nosotros!.. Nada dice el estudio de Sevilla o Córdoba, pero se lo pueden imaginar; ¿tendremos que enviar retenes de bomberos a partir del mes de julio para sofocar el ardiente calor?..
No crean que me lo tomo a broma, el año 2050 está al caer y, aunque precisamente el que esto escribe ya no estará por aquí para esa fecha, la evolución será paulatina y para el 2030, por ejemplo, quizás hayamos alcanzado ya los 45 o 46 grados en agosto... Pero, aun será infinitamente peor para el año 2100; ni os cuento las consecuencias del temido cambio climático para no amargaros el día, pero ya les adelanto que las aguas del Mediterráneo habrán subido un metro por el descongelamiento del Ártico y de Groenlandia, y ciudades ahora placidas, como Marbella o Gandía dejarán de tener playa..
De seguir estos vaticinios, tan catastrofistas, serán como terribles mazazos para las ciudades veraniegas y para España en general, ¿a ver quien es el guapo que se compra un apartamento en Torrevieja o en Peñiscola?.. Tal vez se cambien las tornas y hayamos de veranear, como antaño hacía la aristocracia, en el Atlántico,; o en vez de venir acá los nórdicos en verano, seremos los del sur los que, en julio y agosto, vayamos en masa al Báltico, y no es broma.. Yo, el dinero que tenía ahorrado para mi bumgalows en La Manga, lo voy a dejar guardado por si acaso tuviera que comprarlo en Liverpool, o en Oslo, ¡vete a saber!..Piensenlo...
Joaquín Yerga





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