Después
de aquella brava agonía,
ya
me resigno.., ¡sereno estoy!
Yo,
que con ella nada pedía,
hoy,
ya sin ella, sólo querría
ser
noble y bueno...¡mientras me voy!
Desnudo
me vuelvo como he venido;
cuanto
era mío, mio no es ya:
como
un aroma me he difundido
como
una esencia me he diluido,
y,
pues que nada tengo ni pido,
¡Señor,
al menos vuélvemela!
--Amado
Nervo--
De
creer en este Dios nuestro, de seguir las enseñanzas de la Biblia,
¿No pensáis en la estupidez de la diversidad de lenguas habidas en
el mundo siendo una sola raza humana la que lo habitamos?.. Si Dios
creó a los hombres y mujeres a su imagen y semejanza, ¿Por qué
permitió tal derroche de idiomas tan diferentes que, confundidos
unos con otros, ha dado lugar a malas interpretaciones, engaños y
conflictos toda la vida? Y sobre todo, haber tenido que posar después,
sobre la cabeza de los apóstoles y una vez muerto Jesús, el milagro
de unas lenguas de fuego para que estos hablaran todos los idiomas que existían en el mundo y así poder hacer entender a la gente de todos los
países las palabras de Cristo.. ¡A ver si va a ser que!...
En
la antigua ciudad de Babilonia, hace ya un tiempo, había una torre
alta, maciza y ancha sobre la que se levantaba otra, y sobre esta
otra, y luego otra, y así hasta configurar una enorme construcción
de ocho torres superpuestas.. No sabemos su altura. Heródoto, el
considerado padre de la historia, que anduvo por allí no nos lo dice,
pero tuvo que ser impresionante para la época..
Pero
lo que si nos cuenta el gran historiador griego es que a la torre la
rodeaba toda ella una rampa que permitía subir a la cima.. Todas las
noches escogían a una joven de la ciudad que subía hasta arriba y,
desnuda, se tumbaba en una cama de oro macizo allí colocada hasta
que el dios Marduk bajaba y la poseía.. Cada día le tocaba a una
chica diferente, a cual más bella, por cierto, e imagino y aunque Heródoto nada
dijera al respecto, que la mujer, soñolienta por los efectos de
algún alucinógeno, sería poseída por algún despabilado santón
religioso del lugar. Esto pasaba en ésa hermosa ciudad de
Mesopotamia gobernando entonces Nabucodonosor, y sobre el año 640
a.c. ahí es nada..
Esta
magnifica torre de Babilonia, de la que sabemos que existió, fue
posiblemente el modelo que escogieron los judíos para idear la
famosa Torre de Babel.. Ellos estuvieron mucho tiempo cautivos en la
ciudad, presos por Nabucodonosor que arrasó Jerusalén, y, como el
Antiguo Testamento lo escribieron exclusivamente ellos, pues se
acordaron de la enorme construcción para denunciar la soberbia de
los hombres en el tierra que osaron desafiar a Dios en las alturas..
Pero
curiosamente la Torre de Babel no lo concibió Dios como
justificación para enormidad de lenguas diferentes que existen en la
tierra, nada de eso, sino como castigo divino a los hombres por
querer ser más que Él, por querer hacer la torre y llegar al cielo,
donde sólo Él mora y reina.. La torre de Babilonia, la real, si fue
acabada y utilizada durante décadas para los crueles sacrificios
propios de los caldeos, que era el pueblo que había vencido y
esclavizado a los judíos, sin embargo la Torre de Babel, según la
Biblia, fue interrumpida y su construcción abandonada por el castigo
de Dios de confundir a los obreros con multitud de idiomas haciendo
que no se entendieran entre ellos..
Está
claro que el nombre de Babel viene de Babilonia, ciudad a la que los
judíos, por razones obvias, odiaban a muerte, no en vano
permanecieron allí presos durante muchos años.. Babilonia significa
en su idioma “la verja del cielo” y era la antítesis de
Jerusalén, la ciudad santa.. Una (Babilonia) era: moderna,
libertina, corrupta, apasionante, divertida, humana, atractiva,
vamos, algo parecido a Las Vegas o Benidorm. La otra (Jerusalén):
santurrona, callada, piadosa, aburrida, inflexible, devota, digamos
que similar a Teherán o La Meca; y digo yo, ¿Dónde vivirían si
pudiesen elegir?.. Yo lo tengo clarisimo..
Joaquín
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