domingo, 20 de enero de 2019

La mayoría de la gente somos así

                                                                                         


La mayoría de la gente somos, "buena gente", es decir, personas normales incapaces de hacer mal a nadie gratuitamente; individuos más o menos sociables y, aunque egoístas, pero dispuestos siempre a convivir en comunidad respetando a sus reglas. Sin duda el mundo funciona gracias gente así. Sin embargo hay otros, pocos afortunadamente, pero que hacen un daño enorme al resto... Mirad que ejemplo...

Hace justo cincuenta años, abril de 1975, en Camboya llegó al poder un tal Pol Pot, un revolucionario comunista y pirao que se propuso expropiar todas las propiedades privadas del país, el dinero y hasta acabar con las ciudades; según su estrafalaria imaginación eran centros de vicios y corrupción. Para ello, él y los suyos ejecutaron a bayonetazos o a palos, a decenas de miles de personas simplemente por dormir de día, hacer demasiadas preguntas, tocar música, o estar demasiado bien educado. Estos energúmenos entendían que todo esto era signo de burguesía capitalista.

Por eso pido que dios nos libre de gente visionaria, atrevidos, ambiciosos, de adanistas o salva-patrias que prometen arreglar el país de un plumazo, de tipos que se creen infalibles en sus ideas y pretenden imponerlas a los demás. Por desgracia ya hemos tenido muchos ejemplos en la humanidad, y conocido también los resultados. 

Puestos a elegir, prefiero mil veces como gobernante a un tipo gris, feo, normalito, que haga su trabajo bien y con ideas aceptables y reconocidas, incluso, si me apuran y no tuviese más remedio, lo aceptaría corruptible, aunque solo un poquito, nadie es perfecto... 

Tened en cuenta que Pol Pot y su partido, los Jémeres Rojos, masacraron a un tercio de los 8 millones de habitantes el país; echad cuentas, casi tres millones de personas.

Joaquín 




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