jueves, 26 de diciembre de 2019

El tamaño importa..



Ensoñaciones de una realidad remota:
Pájaros, mariposas, yerba fresca;
amores lejanos, dulces recuerdos de juventud.
Rumor del río corriente abajo.
Temores infundados a la tormentosa tarde.
Murmullos de voces festivas a lo lejos,
y una niña morena de piernas largas
que me abrió de par en par su corazón..

--Joaquín--


Es curioso pero, ¿nunca se han preguntado por qué las estatuas masculinas griegas y romanas, tan decorativas y vistosas, tienen todas el pene extremadamente pequeño? Pues yo lo he leído hace poco y os aseguro que me sorprendió saberlo.. Ya no me extrañará, pues, ver ése "pequeño detalle" en el David de Miguel Ángel y otras parecidas; al fin y al cabo el Renacimiento, que fue cuando se realizó éste último, es imitación del mundo clásico griego y romano..
Pues, aunque no lo parezca, los penes pequeños en toda representación pictórica o escultural de la figura masculina no era por pudor porque, claro, imagínense un pene enorme y en plena erección para la estatua de un sabio o de un escritor ¡qué horror! ¡Qué grosería!. Tampoco era por que los griegos por raza son propensos a penes diminutos como los chinos; ¡qué va! La explicación es, digamos más profunda, más poética; resulta que para los griegos antiguos los hombres cabales, los sabios, los virtuosos, los grandes guerreros, tenían que refrenar sus impulsos sexuales, debían controlar su cuerpo. El ideal entonces era la armonía, la belleza del héroe y la superioridad espiritual; de ahí un miembro pequeño y flácido; los erectos y descomunales se quedaban para los sátiros y degenerados.. Y fijaros que curioso, a los viejos sí se le representaban con penes grandes, pero precisamente porque ya no encarnaban el ideal físico de aquella juventud heroica..
Los griegos clásicos eran la repera en modernidad para aquella época. Mientras otros pueblos aún andaban casi salvajes, ellos ya habían inventado la democracia, el arte, la filosofía, el teatro etc. etc. Y conste en que muchos casos aún no lo hemos superado.. Estas maravillosas estatuas las hacían en bronce y eran famosas por su perfección y armonía. 
Los romanos cuando se hicieron poderosos y ricos quisieron imitar todo lo sofisticado de los griegos.. De hecho, era habitual que las familias romanas ricas tuvieran esclavos y preceptores griegos para sus hijos.. Cuando conquistaron todos los países ribereños del Mediterráneo, entre ellos y sobre todo Grecia, saquearon sin pudor todas las obras de arte de sus ciudades. Raro era no ver en casa de algún patricio romano alguna estatua, ánfora o cualquier otro elemento decorativo griego..
Cuesta creerlo, pues tenemos la mente habituada a ese tipo determinado de figuras, pero las estatuas griegas originales eran todas de bronce y policromadas, es decir, pintadas de colores; luego los romanos hicieron copias de ellas en mármol, que son las que conocemos hoy en día.. Para nuestra desgracia las estatuas griegas de bronce acabaron con el tiempo fundidas para otros menesteres más prosaicos como balas de cañón para la guerra.
En 1972 se encontraron dos estatuas griegas de bronce en el fondo del mar cercano a Calabria, “Los guerreros de Riace” le llaman.. Hace poco se han terminado de restaurar y se han expuesto en Nápoles.. Las figuras venían de Grecia con la intención de decorar alguna mansión romana. Se han estudiado en profundidad y descubierto su magnifico modelado: las venas perfectamente visibles, los rizos bien definidos, las pestañas, los dientes perfectos y los penes extraordinariamente pequeños para los soberbios cuerpos de los dos guerreros.. 
En fin, ahora ya sabemos todo... Ya lo dijo el comediante Aristofanes en su obra “Las Nubes”: el hombre perfecto debe tener pecho sano, anchos hombros, lengua corta, glúteos fuertes y miembro viril pequeño.. Bueno, no hace falta decirles que en estos tiempos es justo lo contrario....
Joaquín

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