miércoles, 12 de diciembre de 2018

La sorpresa.

                                                                                    




¿Quién es? --No sé, a veces cruza

por mi senda como el hada

del ensueño: siempre sola...

siempre muda... siempre pálida..

¿Su nombre? No la conozco.

¿De dónde viene? ¿Dónde marcha?

¡Lo ignoro! Nos encontramos,

me mira un momento y pasa:

¡Siempre sola...! ¡Siempre triste..!

¡Siempre muda..! ¡Siempre pálida!

--Amado Nervo--



Permitidme que os muestre mi sorpresa por lo que acabo de saber; ya imagino también la vuestra: Resulta que Goya, nuestro insigne pintor y quizás junto a Velázquez uno de los dos más extraordinarios de nuestro panorama artístico, era homosexual. Sí, lo acaban de sacar del armario. 

Si, ya sé que no pasa nada por eso, faltaría más, pero no es su nueva condición sexual lo que me sorprende, sino por todo lo que imaginábamos de su vida privada y por todo lo que se ha escrito de ella.

Francisco de Goya, aragonés, vivió en una época convulsa; se juntaron a lo largo de su vida dos etapas bien distintas: las monarquías absolutas e ilustradas y las revoluciones europeas, también la llegada de Napoleón. Sin embargo, su periodo más fructífero fue el de sus años mozos, que coincidió precisamente con los reinados de Carlos III, y sobre todo con el de su hijo, el desaborido y cornudo Carlos IV.

Goya fue el pintor de cámara de una entretenida corte y vería todo lo que pudo y más. Yo pensaba que andaría lamiendo las migajas amatorias que le dejara mi paisano Godoy, o suspirando por las blancas carnes de Cayetana, duquesa de Alba, sin embargo ahora, después de conocer su homosexualidad, tendremos que reescribir su historia, porque esto nos tira por tierra todo creíamos.

Goya murió exiliado en Burdeos por alabar la revolución francesa. Fue uno de los llamados, afrancesados en un tiempo en el que España estaba subyugada por las botas intransigentes de ese “memo” que fue Fernando VII... ¡Y pensar en la de veces que lo pintó Goya de niño, y tan buen amigo que era de su padres!.. 

Por cierto, Goya está enterrado en la Ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid, junto al Manzanares. Pero que sepáis que está sin cabeza, la robaron en Burdeos donde falleció en 1828. 

Joaquin 


                                            



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