La noche de la bestia
“¡Ah
de la vida!”... ¿Nadie me responde?
¡Aquí
de los antaños que he vivido!
La
fortuna mis tiempos ha mordido,
las
horas mi locura las esconde.
¡Que
sin saber cómo ni a dónde,
la
salud y la edad se hayan huido!
Falta
la vida, asiste lo vivido,
y
no hay calamidad que no me ronde.
(Quevedo)
No
me quejo de mi suerte; además de qué me serviría bastante tengo
de estar vivo y poder contarlo. Afortunadamente aun vivo en un mundo que, si bien no perfecto ni ideal más sí interesante, y lo
suficientemente atractivo como para que merezca la pena estar en él,
y morir en él, claro.. Es más, es el único que conozco no hay otros, por
lo que no puedo comparar, ni elegir.
Y
qué contarles de la vida, poca cosa pero no debemos generalizar,
decirles solo que hay tantas vidas como seres habitamos este mundo y todas
diferentes entre sí porque, lo que a mí me entusiasma a otros
deprime, y eso es justo lo que debe ser. Digo esto porque gente
atrevida hay por ahí que aboga por la uniformidad entre los
individuos ¡Hala!, todos iguales, sin distinción de clases ni de
riquezas ni aptitudes, o capacidades!... En fin... "cosas veredes, amigo Sancho", que diría Alonso Quijano en el Quijote..
Afortunadamente
todavía no hemos llegado a la aberración, (aunque camino vamos de
ello) de ver un mundo de personas con los mismos gustos, las mismas
obligaciones, o las mismas diversiones; porque entiendo que si la
vida es bella es precisamente por su diversidad, natural y humana.. Pues con ambas cosas, creo, están dispuestos a terminar algunos politiquillos y arrimados..
Créanme, aborrezco
las propuestas uniformadoras, los individuos debemos ser libres e
independientes y cada cual debe elegir el camino a seguir, aunque
tropecemos mil veces y luego no alcancemos la meta soñada; aunque mucho me temo que las tendencias políticas y sociales de ahora vayan en el
sentido contrario.
Imaginemos
un mundo en donde la gente que lo habita comen lo mismo, visten igual
y hasta ven todos a los mismos programas de la tele, sería
horroroso, pues ya casi estamos en ello. Andamos en vías de crear
un mundo de robocitos de carne y hueso en donde nadie se puede salir
del guion que nos han impuesto, salvo ser tratado de estrafalario.
No
me negarán que quizás los más débiles de entendederas estén
dispuestos a dejarse manipular por los poderes omnímodos de algunos estados y partidos políticos que programan las vidas de sus súbditos hasta el mínimo
detalle, aunque más pronto que tarde, me temo, todos entraremos por
el aro. Ellos nos dirán qué debemos comer, qué no debemos beber y
cuántas veces deberemos hacer el amor; y todo eso por nuestro bien y
en aras de nuestra felicidad... No debemos inquietarnos por nada -nos
advertirán -No debemos pensar, no debemos protestar ni prosperar,
ellos lo harán por nosotros, a cambio recibiremos subvenciones y seguridad de por vida; eso sí, ellos, (los dirigentes
políticos partidarios de la uniformidad) quedarán al margen de esa
homogeneidad y, fuera de nuestro alcance visual harán de su capa un
sayo y vivirán a tutiplén, “Haced lo que yo os diga pero no lo
que yo haga” pensarán con desfachatez, como los curas de antaño.
He
sido siempre un tenaz partidario del libre albedrío; no me gusta nada que
programen mi vida, si me equivoco he de hacerlo yo, y si no también.
Pero entramos en tiempos en los que los partidos políticos y los
gobiernos sucumben a la tentación de dirigir la vida de sus gobernados como si de menores de edad se tratara.
No sé si a mis gustos se le llamará liberalismo, posiblemente pero, aunque a esta palabra se la asocia más con asuntos políticos o económicos, yo creo que es una manera general y plena de vivir siendo consciente uno de sus limitaciones..
Cuando hay elecciones municipales o generales en el país vemos con nitidez pasmosa en
los distintos programas electorales de los partidos la enorme
cantidad de promesas de todo tipo que garantizarán solucionarnos la
vida.. Nos prometen el oro y el moro: pagas extras, todo gratis, ayudas a tutiplen etc. etc. la única condición que nos imponen, eso sí, es que les demos nuestro
voto, luego no cumplen nada, pero acostumbran a la gente a pedir y a creerse que papá estado nos lo hace todo.. En fin...
cosasdejoaquinyerga@blogspot.com
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