domingo, 6 de mayo de 2018

Crónica de una muerte anunciada






Mientras más grandes sean tus pruebas, más grandes serán tus victorias
           Anónimo


¡Hurra! estamos de suerte, ETA, esa banda terrorista y sanguinaria nos perdona la vida. Anteayer en un lugar cualquiera del sur de Francia y ante la presencia de los partidos nacionalistas vascos y navarros y con la participación estelar de los "ínclitos" de Podemos, escenificaron la patochada de una entrega de armas y su disolución como organización. ¡Ahí es nada! como si el conflicto, que llaman ellos, fuese una lucha entre iguales.
Hace ya tiempo que ETA está derrotada, y lo hicimos nosotros, los demócratas, con nuestra fortaleza y capacidad de aguante, auxiliados, por supuesto, por nuestras mejores armas que no son otras que la policía y los jueces.
Ahora, ya casi olvidados por los españoles, ese siniestro mundo abertzale con sus partidos y organizaciones, puesto que no pudieron exhibir ninguna victoria quieren sacar tajada de su derrota.
Sé que la memoria colectiva es frágil y enseguida la pasamos a mejor vida, quizás mejor así pues esa actitud nos permite vivir sin rencor constante que seria muy perjudicial para nuestra estabilidad emocional, sin embargo esta gente han dejado demasiados damnificados por el camino, casi novecientos asesinados y miles de heridos, sin contar el daño anímico a tanta gente, y es por ellos por lo que debemos tener presente siempre su dolor.
Anda enfrascados, (ése mundo) en dulcificar su pasado de terror, pero nosotros no lo podemos permitir, debemos enseñar a las generaciones venideras que lo ocurrido en esa terrible etapa no fue una guerra entre dos bandos, sino unos asesinos que mataban y unos mártires inocentes que ofrecían sus desnudas vidas.
No niego que los prefiero así, disueltos y desaparecidos para siempre, pero que no pidan la comprensión que nunca tuvieron ellos con sus victimas, que no pidan que pasemos página de sus crueles asesinatos. Ellos que hagan lo que les apetezca, nosotros a lo nuestro, a juzgarles y a castigarles con la ley en la mano.
Si de una cosa podemos estar orgullos los españoles es de haber derrotado democráticamente a una organización que lo tenia todo a su favor para amedrentarnos, el vil apoyo de una parte de su sociedad, un país limítrofe que les servia de refugio y cobertura para sus fechorías, y una opinión publica europea equivocada que comprendía sus masacres en la creencia de que eran simplemente antifranquistas.
Que desaparezcan, sí, porque además de entender que no han conseguido nada con sus infamias, el pueblo español los ignora, y ese es el peor de los castigos.
Afortunadamente llegamos a superar con éxito esa negra etapa de nuestra historia reciente y eso debe fortalecernos como pueblo. Y lo hicimos soportando la crueldad de una banda bien pertrechada y sin sobrepasar el cauce de la legalidad. No obstante, otra batalla se nos presenta, ésta aparentemente incruenta, es decir sin bombas lapas ni asesinatos pero con un arma muy poderosa para sus fines, la mentira y la coacción, me estoy refiriendo a Cataluña, pero si salimos airosos de aquella, dura y espantosa, lo haremos, también, de esta, estoy completamente seguro.
Dicho queda…


                                Joaquin Yerga
                                06/05/2018



No hay comentarios:

Publicar un comentario