Aquel verano, tan azul.
Cuanto
más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas.
Hace
dos días se nos fue el gran Antonio Mercero, director y
guionista de cine que fue y de series televisivas inolvidables para
todos nosotros. Llevaba enfermo, el hombre, desde hacía unos cuantos
años; le habían diagnosticado de esa enfermedad traicionera y
denigrante para los que la padecen llamada Alzheimer.
Decía
el que fue secretario general del Psoe y jefe de la
oposición durante muchos años, Rubalcaba, que en España enterramos
muy bien; aludía a que después de muerto cualquier personaje nos
cae tan simpático que olvidamos sus momentos débiles y solo nos
fijamos en lo positivo, pero me temo que con Antonio Mercero no solo
lo hemos enterrado mal, es que ni tan siquiera lo hemos velado antes.
Llevamos
(los de aquellas añoradas generaciones de los sesenta y setenta) una
temporada “regular” en cuanto a personajes entrañables
desaparecidos; lo hizo Forges, el gran humorista; se nos fue,
también, el inefable José María Íñigo y ahora le ha
tocado el turno a Mercero. Aunque de todos, creo, quizás éste
último tuvo peor suerte, su larga y penosa enfermedad le arrebató más
de una década de vida personal. Y a nosotros nos privó de un montón
de series y películas que a buen seguro hubieran hecho las delicias
de todos.
Mercero
y algunos otros como él, posiblemente no merezcan el reconocimiento
intelectual de autores y artistas como Pablo Neruda, Hitchcock,
Einstein o el mismo Cervantes, seguro que no; no sé exactamente
dónde tiene que llegar el talento o la sabiduría de una persona para ésa
consideración, pero si lo midiéramos por la felicidad dispensada a
tantos millones de españoles durante tanto tiempo estoy seguro que
merecería más de un premio Nobel.
La
noticia de la muerte de Antonio Mercero, un guipuzcoano campechano y
gran conocedor de la idiosincrasia española, lamentablemente ha
pasado, casi, desapercibida para muchos, tal vez los años que
llevaba inactivo ha contribuido a ello; sabido es que los españoles
olvidamos pronto y bien. Murió anteayer, en Madrid, a los 82
años, pero sepan las nuevas generaciones que hubo momentos y épocas
en las que fue un personaje esencial en la televisión y el cine en
España, o lo que es lo mismo, en nuestras vidas.
¿Quién
no recuerda con nostalgia las peripecias cotidianas de los vecinos de
aquel pueblo de Castilla “Puebla Nueva del Rey Sancho” a
principios de los setenta de la serie “Crónicas de un pueblo”?
¡Cuántas horas y cuánta gente frente al televisor!. ¿Y qué me
dicen de “Verano Azul”, la serie, posiblemente, más
repuesta y querida de la tele, cuando a ésta la seguían, nada
menos, que 25 millones de españoles? Sin duda nos marcó a toda una
generación. Año tras año la volvemos a ver, y pareciera, salvando
las distancias tecnológicas, rodada anteayer por sus frescura y
actualidad. ¿O la que hizo para la cadena privada Antena 3,
tan seguida y tan apreciada por millones de televidentes “Farmacia
de Guardia”? Era tan soberbia la identificación que llegamos a
sentir con los diferentes personajes de la serie que entraban en
nuestras casas con tal confianza y familiaridad que parecían vecinos nuestros de
toda la vida.
Pero
no solo series estupendas y entrañables dirigió el gran Antonio
Mercero, también películas muy buenas, como la muy premiada “La
cabina”, “La guerra de papá” “Espérame en el cielo” o
¿Y tú quién eres? Donde ya presagiaba su incipiente
enfermedad. Cuenta José Luis Garci, (era muy amigo suyo) que fue a
visitarlo una vez cuando ya la enfermedad había hecho estragos en su
mente, y al verlo le dijo: “No sé quien eres pero recuerdo que
te he querido mucho”.
Algunos
hemos llegado a una edad en la que día si y otro también
desaparecen ilustres personajes de nuestras vidas que lo fueron todo en otros tiempos. Tipos entrañables que ya solo existirán en el cada vez
más repleto baúl de nuestros recuerdos. Con Antonio Mercero se va,
también, un buen trozo de nuestra añorada y dorada juventud.
Descansa en paz Antonio, a nosotros nos seguirás fascinando con tus
veranos, tan azules.
Joaquín
Yerga
15/05/218
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