Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.
--M. Machado--
Era
sábado e iban a salir. Habían quedado con unos amigos: cena, baile,
copas... en fin, no era mal plan. Ultimaban ya los preparativos en
casa, cuando, él la reprende:
---¡Oye cariño! ¿No te parece que esa ropa que te has puesto está muy cortita? ¡Así no vas a salir!.
---¡Lo siento amor---replica ella---pero así voy a salir. Hace calor, además es tan cortita como las que usan las mujeres que a ti tanto te agrada ver.
---¡Buah!---exclama el tipo---pero esas mujeres no son mi mujer. A mí no me gusta que se detengan a verte otros hombres.
---Ni a mí me agrada cómo giras la cabeza para ver las piernas de una mujer con minifalda, llevándome a tu lado---contesta ella, cogiendo el bolso azul, a juego con su falda, del perchero
---Pero eso es natural, yo soy hombre, no puedo cambiar mi naturaleza---responde él ya menos tajante.
---Pues ese es tu problema---replica ella---igual que tú sientes que te hierve la sangre, que el corazón se te detiene, que los ojos se te nublan, que el hígado se te revienta de coraje, que las piernas se te doblan porque otros me miran... Así siento yo, cuando desvías tu mirada a observar a otra mujer.
La cosa se ponía fea. Ya era tarde y le esperaban. Ella, pelín enfadada y con su bolso sujeto aun en la mano, por si acaso, prosigue:
---En la calle también pasan hombres musculosos a mi lado, con el culo bien marcado, con un abdomen de lavadero y yo no me detengo a verlos, es más ni miro, porque te respeto y porque te amo. Así, barrigón y medio calvo y todo, yo te amo.
Él dejó de acicalarse. Se acercó a ella, la abrazó y le susurró al oído:
---Cariño, discúlpame si te he ofendido.
Luego la beso en los labios con fruición. Convencida de llevar la razón, pero con cierta resignación, ella argumentó:
---Puedes mirar todo lo que quieras. Sé que lo harás de todas maneras, sólo te pido que no lo hagas frente a mí, respétame cuando salgamos juntos, y yo olvidaré que te gusta ver a otras mujeres---concluyó
Terminaron de arreglarse. Salieron a la calle en busca del coche y cogidos de la mano.
Creo que ese día fue el comienzo del auténtico amor.
Joaquín
Oleee muy bien dicho!! más claro agua 👏🏼👏🏼..ante todo respeto por ambas partes por supuesto, Feliz Martes Joaquín 🤗☕
ResponderEliminarComo debe ser, María. Besos
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