Desde que te fuiste...
¡Ah, si vieras mi huerto! Ya no hay rosas,
ni lirios, ni libélulas de seda,
ni cocuyos de luz, ni mariposas...
Tiemblan las ramas del rosal, medrosas;
el viento sopla, la hojarasca rueda.
--Amado Nervo--
Esto de las amistades qué complicado es a veces. Tengo gente con la que no puedo hablar de política con ellos, a la mínima se encrespan; con otros nada de fútbol, y de sexo con otras ni de coña. En fín, a esto hemos llegado.¡Qué de menos echo un afín total!.
Fijaos, no hace falta ser un lince ni tener cualidades especiales para saber cuando estamos super a gusto con una persona, sea macho o hembra. Tampoco hace falta que esa persona afín sea amigo íntimo, puede ser un conocido o un amigo ocasional. Sí, porque...
Con alguien así te sientes bien y lo sabes. Estás cómodo, nada de estrés, ni ansioso, ni enojado por tonterías, simplemente hay complicidad en todo, o casi.
A esa persona, especial para ti, te alegras de verla siempre. Tanto es así que no acabas de estar con él cuando ya estás planeando una próxima cita juntos.
Por cierto, ahora que de tantos asuntos no se puede ni hablar, con esa persona afín te sientes completamente tú mismo, sin fingimientos ni halagos innecesarios. Hablas con él, sin filtros, de política, de fútbol, de sexo, de lo que sea, y todo con sinceridad, abiertamente..
Y es que todo parece fácil con esa persona afín, y es muy aconsejable estar el máximo tiempo con ella, porque la vida es lo suficientemente dura y difícil como para que no necesites añadir dificultades donde no las hay.
Recordad: cualquier cosa que cueste tu cordura y malestar, definitivamente, no vale la pena. Claro, que, ¿dónde encuentro yo a ese tipo, o tipa, afín? 😏😏😏
Joaquín
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