miércoles, 7 de agosto de 2024

Se quitó la vida ante los continuos desprecios de su novio

                                                                                     


      


Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde.

--Alejandra Pizarnik--



Érase una vez una chica mona, pero gordita, que se enamoró perdidamente de Alfonso, un muchacho en forma y hermoso. En todos los sitios hacían el amor: en el coche aparcado en un callejón a oscuras, en moteles de mala muerte y hasta en casa de la joven cuando no estaban sus padres. Ambos se veían muy felices, casi. Dos años estuvieron así.

Sin embargo el chico jamás la sacó de día a un parque, ni a pasear delante de todos, ni se la presentó a sus familiares. Las pocas veces que quedaban con los amigos, ella veía con dolor cómo él la ninguneaba delante de todos, y eso la hacía sufrir. Pero cedía cuando escuchaba un te amo suyo al oído, cuando sentía sus manos asiendo las suyas, o cada vez que sus labios sellaban su boca con un beso.

Un buen día la chica se cansó y, llorando, eligió irse sin mirar atrás. Inverosímil, pero Alfonso pasó unos meses de angustia, donde en las noches se bebía sus lágrimas e intentaba refugiarse en otros cuerpos. De nada le sirvió.

El chico no aguantó el inmenso vacío sobrevenido en su corazón. Un día les contó a sus padres su sufrimiento:

---Papá, necesito que me aconsejes. Estoy enamorado como nunca de una mujer excepcional, pero no perfecta para los ojos de los demás y creía que tampoco para los míos.

Le confesó de quien estaba enamorado y el porqué de sus dudas. Sus padres enseguida le aconsejaron que se olvidara de la gente y fuera a buscarla.

Alfonso se subió a su coche y voló a la casa de ella. Tocó la puerta y, para su sorpresa, encontró a una mujer enlutada, la madre de su chica, que le dijo que su hija hacía dos meses que se había suicidado. Se había tirado por el balcón; cuatro plantas había hasta el suelo. Unas semanas estuvo en coma hasta que murió.

Esta historia apareció en un periódico digital hace unos días. Hablaban de los motivos de los suicidios en España. 4.200 personas se quitaron la vida el año pasado (12 al día).. Las razones, o sinrazones, que les llevan a hacerlo diversas, entre ellas, acoso, depresiones, o desamor y desprecio, como el caso que nos ocupa..

Joaquín




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