La risa es un bálsamo para la desesperanza, dicen, y hasta aconsejan reírse de uno mismo. Más que nada porque, riéndonos de nosotros, evitamos caer en la ridiculez.
Con estos chistes que os muestro abajo no pretendo que riais a carcajadas, nada de eso, con que sonriais me vale.
Ahí van:
---Jefe, acerca de lo que me preguntó usted el otro día sobre las claves del éxito. Creo que es saber elegir el momento adecuado.
--Cuando termine de cagar me lo cuentas, gilipollas.
--Perdona, este Bollycao está caducado
--¿Cómo te has dado cuenta?
--Me ha tocado el cromo de Butragueño
---¿Quién es?
---Traigo un envío de Amazon
---Espere. ¡¡Paco, paquete!!
---Tere, Terete..
---¿Que dices, Paco?
---No, si has empezado tú
---Tengo conjuntivitis y almorranas.. Me han debido echar mal de ojos.
---Lleva usted tres días sin venir a trabajar
---Es por los huracanes
---Son en los Estados Unidos
---No quiero arriesgarme
---Cariño, le he propuesto a la vecina intercambio de parejas
---Paco, es viuda
---Pues ya se lo he dicho. Ahora no le vamos hacer el feo
---Quiero casarme y ser feliz
---Decídete
---¿Qué vas a tomar, Sr. Bond?
---Un Martini con Vodka
---No hay nadie mirando, Sr. Bond
---Ah, pues café con leche y dos magdalenas, y acércame el Marca 😅😅😅😅
En fin, ya podéis seguir con lo que estabais haciendo. Ahora seguro que con una sonrisa de oreja a oreja. Yo feliz por haber contribuido a ello.
Joaquín
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