sábado, 12 de octubre de 2024

Dime cuán bajo has caído y te diré como de fuerte eres

                                                                                     





          Me viste llegar, soledad, y sonreíste

con la incierta sonrisa,

que deja el alma triste,

entre el dolor y el júbilo indecisa;

y a mi viniendo con semblante amigo,

me asiste de la diestra, y apartando

las mustias ramas, con acento blando,

cariñosa, exclamaste: “Ven conmigo”

--Teodoro Llorente--


Cada uno de nosotros nos enfrentamos a diario con obstáculos en el camino de la vida, unos más grandes que otros. No obstante, de todos ellos, del haberlos podido superar, hemos aprendido a ser resilientes, es decir, hemos cultivado la habilidad de resistir.

Cada vez que nos caemos y nos levantamos, nos hace más fuertes, eso es indiscutible. Recordad: Lo que no te mata te hace más fuerte. 

Por cierto, los obstáculos superados no solo moldean nuestra vida; también transforman la forma en que conectamos con los demás. Comprender el sufrimiento nos permite a la larga ser más empático y solidario. 

Fijaos qué certezas:

-Nadie sabe por lo que atraviesas, cada uno lucha sus propias batallas

-Si eliges la paz, que sepas que viene con muchas despedidas.

-A veces tienes que hacer el papel de tonto para engañar al tonto que cree que te está engañando.

-Ser deseado alimenta el ego. Ser valorado alimenta el alma.

-A veces las personas estamos en viajes de los que no somos parte.

-Un rechazo claro siempre es mejor que una falsa promesa.

-Recuerda, la mejor venganza es ninguna. Mejor olvidar las ofensas.

-La distancia puede darte algo de claridad sobre cómo te sientes con respecto a las personas.

-Mostrar emociones no te hace una persona débil.

-Si no puedes decir nada interesante, di algo gracioso.

En fin.

Joaquín



No hay comentarios:

Publicar un comentario